Ya casi llegamos, joven

Ya casi llegamos, joven

Rafael Aguirre IV

14/11/2025

Cuando desperté el pequeño transporte en el que viajaba estaba detenido. No sabía con exactitud cuánto tiempo había cerrado los ojos, pero a mí me habían parecido horas.

Consulté el reloj; pasaba de la medianoche. Miré por una de las ventanillas y vi una fila interminable de trailers que también habían quedado varados en la autopista.

Me levanté un poco de mi asiento para echar un vistazo, pero no vi nada, salvo la luz roja de los faros traseros de un camión que rompía la oscuridad. La mayoría de los pasajeros dormían, a excepción de una mujer que se encontraba a unos cuantos lugares del mío.

Estaba absorta en su celular cuando me dirigí a ella:

—Señora, ¿sabe por qué nos detuvimos?

Pareció no escucharme, así que hablé un poco más fuerte:

—¡¿Señora?!

La mujer volteó a verme con una expresión de asombro en su rostro.

—¿Sabe por qué nos detuvimos? —volvía a preguntar.

—Hubo un accidente.

Eso explicaba aquel retraso.

—¿Cuánto tiempo falta para llegar a la ciudad de Ramos Arizpe? —Tenía temor de pasarme, y que el transporte me llevara a otro lugar.

—Ya casi llegamos, joven, estamos a diez minutos.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS