Hola

¿Dónde has estado todo este tiempo?
Te he soñado muchas veces, incluso despierto;
te he buscado por tantos años,
y es que, sin ti, podría vivir atormentado.

Aunque para mí seas real, no tengo el poder de abrazarte.
Dices que eso no importa, porque hay un lugar
donde todo lo improbable se hace realidad,
donde hagamos lo que queramos, seamos lo que siempre soñamos.

Estoy mal de la cabeza, mas no importa cómo yo lo vea,
sino que siempre y cuando tú me creas.
Dices que esto no es un sueño; que soy lo único en ti.
Te pido encarecidamente que pares de reír.

No hallé a nadie en este mundo,
al menos no alguien como tú —es mucho decir—,
que hay estrellas a plena luz del día,
y temo que ya es hora de partir.

Lejos, en algún lado, muy pronto te llamaré,
para abrazarte y tengamos juntos la oportunidad de envejecer.