La Sombra de las 3:26

Luis siempre despertaba a la misma hora: 3:26 no sabia porque, no había ruido, ni luz, ni pesadillas. Solo una sensación extraña algo que no cuadraba ya que sentía un leve viento como una respiración.

Al principio llego a pensar que era el viento, luego que era su imaginación jugando con el silencio, sin embargo una noche se despertó y al momento de mirar una la esquina del cuarto mas alejada vio eso una sombra nono era algo mas distinto era mas oscuro que la oscuridad mismas no tenia una forma definida solo… estaba ahí.

Luis al siguiente instante encendió la luz y la sombra desapareció, sin embargo cuando pago la luz la sombra volvio y un poco mas cera.

Intento ignorarla durante días, pero cada madrugada se acercaba mas a el primero en la esquina luego en el pie de la cama luego junto al espejo hasta que un día la vio a su lado como si lo estuviera viéndolo dormir.

Desesperado fue con una mujer que sabia sobre «cosas que no se ven»—Si te visita a la misma hora, no la mires —le advirtió la mujer—. Si la miras a los ojos, ocupará tu lugar.

Esa noche, Luis no quería dormir pero el cansancio le gano. Despertó, como siempre, a las 3:26, la sombra estaba frente a el, a pocos centimetros de su cara. Y sin querer Luis la miro.

Al día siguiente, sus vecinos contaron que lo vieron salir de casa, pálido, con los ojos totalmente negros.
Desde entonces, cada noche, una luz se enciende sola en su habitación a las 4:17.
Y si alguien entra…
juran ver una sombra sentada en la cama, sonriendo con la voz 

"al fin pude dormir"