Solo mírame
No avises, no digas nada ni siquiera pienses
Mírame, y mírame como si
Al hacerlo te abrieras y te probaras
Sin poder dejar de hacerlo
Yo no vine a amarte.
Vine a consumirte.
A invadir tu carne como un
incendio que baila con las cortinas
antes de devorarlo todo.
Soy deseo
sin lengua,
sin piel que me contenga,
sin promesa.
Sólo hambre.
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