Sin dirección
Deambulo en la ciudad,
En sus luces y sombras
Me espera un lugar.
Aguzo mis oídos
El silencio es su único ruido,
Hiende en los latidos
Cala cada coordenada de mis sentidos.
Los pájaros se ven felices
No pían, solo sonríen.
No suena la voz
Solo aquello que nunca se escuchó.
Los balcones se ocupan de viento
Los árboles sincronizan con su brisa
Y lo invisible se contorna
Sin tiempo, sin prisa.
Mis piernas cosquillean
La ciudad se despierta, todo resuena
Los pájaros ya cantan
Y los árboles amainaron su danza.
Retomo el camino,
Distingo lo concreto
Último rayo transparente,
Es el silencio.
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