Cuándo el tiempo se vuelve espeso ella está cerca y el sueño comienza a abrazarme.
La extrañaba, necesitaba hablar con alguien, por lo menos a través de miradas, el sol brillaba con un resplandeciente color naranja, parecía más grande de lo normal, casi podía sentir que lo tocaba.
Me recargue en el ventanal de la sala, el vació inmenso se sentía muy presente, no podía apagar la nostalgia que me encajaba profundamente sus filosos dientes.
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No has entendido que en el caos vive el equilibrio, hasta la felicidad eterna puede causar aburrimiento total. –
Addis Désirée.
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