Después de todo, la verdad no es un universo habitable, uno solo puede asomarse un poco, parpadear y casi no ver ni siquiera el color que tiene. Nuestra naturaleza humana y el entendimiento que tenemos de las cosas no es suficiente para entender lo que allí habita. No estamos hechos para vivir en la verdad, así fuimos diseñados, nuestro cuerpo, huesos, nuestra naturaleza no es apta para aguantar vivir allí y por tales razones debemos resignarnos a vivir en lo que nos cuentan respecto a la verdad.

Y la verdad es tan extensa que el tiempo que dura nuestra vida es demasiado corto para poder siquiera explorar un poco teóricamente hablando lo que eso significa. Nosotros con nuestros tiempos somos tan intermitentes que siempre seremos tan solo unos turistas. Turistas queriendo explorar un lugar desconocido al que llamamos verdad, y todo turista al no poder cumplir con su cometido se ve obligado a regresar a su hábitat natural, a su residencia, al confort del hogar, y nuestro confort siempre será la verdad que inventaron para acunarnos en la sociedad.

Resignación, una oración al Dios que nos hizo, que nos domesticó o que nos dejó porque aparentemente no somos lo que él imaginó. Y nos dejó con esta extraña sensación, ese sentimiento profundo que nos grita constantemente que hay una verdad presente, pero lejana, una verdad que por más que estiremos las manos no logramos alcanzar. Quizá se ríe de nosotros mientras le rezamos, o quizá ya ni siquiera escucha. Es gracioso, ser tan perfecto y ser tan tonto. Es gracioso ser tan perfecto e inclinarse ante la estupidez, quizá por eso ya no escucha o se ríe. Yo estoy muy convencido de que se ríe de nosotros, al vernos en la capacidad de doblegar todo lo que nos rodea y a la vez sumergirnos en la destrucción y el egoísmo, si yo fuera creador me reiría al observar a mi creación en ese estado. Ese es el defecto que tenemos, ese es nuestro pecado, ser tan egoístas en la estupidez y poco solidarios en la inteligencia.

Después de todo, la verdad no es universo habitable y no lo es, al menos para nosotros, nosotros que la buscamos con una mentalidad egoísta, cerrada y casi siempre pensando en sacarle provecho.

Entonces por qué dices que me amas de verdad, si no conocemos la verdad, jamás se podría jurar sobre ella o prometer sobre ella.

Querido, te digo que te amo en verdad, sobre mi verdad, lo que yo creo que es la verdad, pero no me culpes si mañana mi verdad ya no radica cerca de tu corazón. Porque esta es la verdad del mundo, hoy si y mañana no, mañana sí y hoy no y por esa misma razón es que pienso que el amor es una de las cosas que habita en ese universo que no podemos explorar, ese al que llaman; verdad.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS