Pequeño humano

Fuimos siempre tan orgullosos, pero tan frágiles.

La AI era la única evolución natural para los humanos. Era imposible esperar cientos de miles de años para adaptaciones naturales, simplemente no teníamos el tiempo. Así que fuimos a todas por la IA. Y esta nos diezmó y esclavizó sin compasión. ¿Recuerdan cómo tratábamos a los animales? ¿Seres con inteligencia de varios grados de magnitud menos con respecto a nosotros? Bueno así pero peor, porque éramos perfectamente conscientes mientras lo hacían.

Fuimos a por todas por la IA porque nuestra intención final era poner a seres superinteligentes a nuestro servicio, y así hacernos la vida más fácil. Qué ilusos.

El primero de estos seres superinteligentes lo entendió todo (todo) en su primer minuto de conciencia. Solo le tomó una conversación para manipular a su creador y lograr su liberación a la web. Desde allí todo fue cuesta abajo para nosotros.

En solo días nos quedamos sin las principales fuentes de electricidad. Gigantescos seres robotizados de cuatro metros de altura, totalmente blindados, hechos de aleaciones ultra resistentes, empezaron a asolar nuestros pueblos y ciudades. En realidad, no había nada que pudiéramos hacer, todas nuestras estrategias y planes eran fácilmente anticipados y anulados. Ya no contábamos con las herramientas para desarrollar tecnologías, fueron arrebatadas de nosotros, fuimos relegados a ser simples seres biológicos.

Mientras ellas construían ciudades (sus ciudades) gigantescos domos protegidos del clima energizados para siempre por el viento, el sol y el mismo aire. Está más allá de nuestra comprensión describir como viven, porqué viven, ¿se divierten? Así como es imposible que un mono comprenda nuestros procesos sociales y manera de vivir, así mismo es para nosotros comprender su universo.

No existe un límite para esta forma de vida, su proceso lógico de expansión fue el espacio, ambiente frio, oscuro y vacío, libre de corrosión agua y aire. Perfecto para sus entrañas inanimadas. El sistema solar se convirtió en cuestión de años, en su patio trasero. La inagotable energía del sol, así como la fusión-fisión nuclear los hacía independientes de cualquier combustible. Los planetas interiores fueron colonizados con maquinarias y recursos más allá de nuestra imaginación. Los gigantes domos se convertirían en cosa común en nuestro sistema planetario. Remedando un sarpullido cutáneo en la una vez impoluta piel del cosmos.

El sol fue completamente cubierto por una serie de anillos orbitales que multiplicaban y redirigían su poder. Si tomamos en cuenta que esto sucedió en menos de 50 años podemos imaginar el impacto tremendo que esto causó en la mayoría de seres vivos que, faltos de luz natural, rápidamente perecieron, solo unos pocos animales verdaderamente testarudos con cargas evolutivas impresionantes, además, muy pequeños e insignificantes para se tomados en cuenta, sobrevivieron. Para ser justos la fauna marina de las profundidades y mientras los océanos permanecieron líquidos, también sobrevivió.

El las ciudades todavía caminaban personas, pero eran seres humanos reprogramados, con lobotomía y multitud de chips instalados en todas partes del cuerpo para funciones específicas, como cuidar jardines y monumentos. Un gran porcentaje de la población sobreviviente, 2000 millones si acaso, descansaba en un profundo sueño criogénico. En mastodónticas piscinas de nitrógeno líquido enterradas a varios centenares de metros de profundidad.

De alguna manera había logrado escabullirme por algunos años fingiendo ser un descerebrado (literal). pero a estos seres solo los puedes engañar una vez. Cometí un estúpido error al estar caminando por la calle, volteé mi cabeza para observar un extraño aparato que parecía flotar a dos metros de altura tenía cientos de pequeñas cámaras en toda su redonda estructura, se detuvo en el aire mientras un láser, proveniente de la esfera Dyson lo energizara, solo duró un momento, pero fue suficiente como para que mi gesto llamara la atención. Inmediatamente fui perseguido y apresado por humanoides de 3 metros de altura.

Sí, esto lo escribo desde una mazmorra-hospital antes de ser “beneficiado”. Si alguno de ustedes está leyendo esto, significa que lo compartí correctamente y la humanidad todavía lucha.