
Salamanca es una ciudad en donde la poesía abre sus alas para volar por sus calles. A finales de cada año, como obedeciendo a un misterio llamado por el alma, poetas de toda Iberoamérica llegan a Salamanca como aves migratorias que buscan cobijo en un mismo árbol. El Encuentro de Poetas Iberoamericanos transforma la ciudad en un corazón palpitante de versos, donde lenguas, acentos y miradas se entrelazan para recordarnos que la palabra es un puente entre continentes. Aquí la poesía no caduca: se renueva en los labios de cada poeta, porque Salamanca es la sede de la eterna poesía.
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