Cruzaré el río desangrándome 

con la matriz herida

y al llegar al otro lado

mi saco estará vacío.

Mi matriz ardió en una pira 

ante la vista de todos, 

pero no se consumió por completo

y con ella seguí caminando

hasta llegar al borde del río.

Me rasgué para aligerar el peso

de mis entrañas y la sangre

dibujó un velo a mis espaldas;

me desprendí de mis semillas,

una a una, hasta vaciarme 

y dejar mi saco ligero

para cruzar al otro lado

con las heridas ardiendo como lava fluida.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS