Lectura de manos 
Ebrio de estar siempre triste,
al extrañar días en los que éramos felices.
Pero dices que no lo sabíamos,
y aún tengo presentes esas palabras.
Él sabe, me explicó detalladamente, que estabas muy cerca
de dejar todo en ausencias
e ir por quien no sabrías si valía la pena.
No fue tu elección, porque alguien más interfirió.
¿Cómo sé esto, si nunca mencionaste tal acontecimiento?
Pues olvidó usted que, uno estando ebrio,
puede saber más de lo que imagina,
cuando mis manos llevan huellas…
De mi futuro, de mis pasados; incluso, de aquellos a quienes extraño
o que muy pronto, en algún punto, extrañaré.
Febrero 2025
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