El exilio de mis pasos.

El exilio de mis pasos.

jenn cristalizada

24/09/2025

Dicen que todo comenzó el día en que me dejé caer en los brazos del agua.

No hubo resistencia, sólo un abandono lento,

y la corriente, silenciosa, decidió por mí:

me llevó a la orilla,

al borde entre lo real y lo invisible,

a la superficie donde se confunden los reflejos.

Allí comprendí lo extraño:

ya no sabía cómo era caminar en la tierra.

El tiempo suspendido en el agua había borrado

la memoria de mis pasos,

como si nunca hubieran existido.

Creí, ingenuamente,

que el peso del pasado había quedado atrás.

Pero no fue así.

Quise avanzar,

y cada intento se abrió como herida.

Mis piernas ya no recordaban su oficio,

ya no eran parte de mí.

No hubo lágrimas,

sólo la certeza escrita en silencio:

esas piernas dejaron de pertenecerme.

No sé a quién pertenecen ahora,

ni en qué sombra quedaron guardadas.

Sólo sé que, de algún modo,

desde donde estén,

cada movimiento negado me desgarra un poco más.

Y entonces la pregunta no viene como consuelo,

sino como condena:

quizás nunca hubo tierra destinada para mí,

quizás mis pasos estaban marcados para hundirse,

quizás la marea no me devolvió a la orilla,

sino al recuerdo de que jamás aprendí a caminar o más bien…

¿y si nunca fue mío el caminar?

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