Tuve un amigo que terminó muy pobre

solo pensar en él, me da tristeza

más no siempre vivió en la vil miseria

hace algún tiempo que fuera un hombre rico.

Pero un día un ladrón cambió su vida,

le despojó de todos sus haberes.

vació sus cuentas, destrozó sus preseas

dejando solo lo inservible, el oropel.

El cruel ladrón se llevó su alegría

entró a su vida como una enfermedad

y le dejo acostado en una cama

sea día o noche ahora le da igual.

Después el vil, le desfalcó la fé

le hizo creer que a nadie le importaba

y se encaró con Dios directamente

dando por hecho que lo había abandonado

No le bastó al infeliz ladrón,

y le quitó de una vez el amor

y en una tarde se tuvo que enterar

que su mujer se decidió largar.

Para acabar, le robó la esperanza

nada le importa, todo le da peor

y con anhelo profundo y tiempo eterno

aguarda estoico el abrazo con la muerte

En sus ratos de escasa cordura

mi amigo piensa y no sabe responder

cómo un hombre que una vez fuera rico

perdió en un día todo su patrimonio

Lo que hoy le queda ya no tiene valor,

varios millones en su cuenta de banco

muchas acciones de empresas exitosas

y autos de muchas marcas prestigiosas

Mi amigo el pobre, muere en una mansión

y aunque tarde desea intercambiar

todas las cosas que le hacían sentir rico

por todo aquello que nunca valoró.

por todo aquello que nunca agradeció.

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