He aquí el final de mi vida

La noche de anoche no fue más que vómitos y sacudidas de cabello suave y con olor a romero

Olor a romeo putrefacto y maldito

He aquí el final de mi vida

He muerto y fui lavada con leche y cremas aromáticas aún así el olor de la trajedia no se va

He muerto y desde hoy vomito dulces y manjares que no me gusta comer

He muerto, me han abierto y me han rellenado con líquidos que detesto oler

Tocaron mis dedos y mi piel

Me tocaron, me comieron, me lamieron, me mordieron y me mataron

Mi mente estaba ida como nunca, como nunca estaba ida

Solté café para aullentar el olor del romero

Todo lo que un día trague con deseo anoche lo vomité

He muerto y muerta sigo y seguiré en este ritual absurdo y sin sentido para olvidar que un día sentí bien

Lloré en el agua para que mis lágrimas se mezclaran con leche y crema de olores suaves

He muerto, no siento, no puedo sentir y el no sentir es adictivo tanto como el placer, así muerta sigo sin rumbo, sin destino

Muero cada día de mi vida y tú te mueres conmigo, es una maldita condena

Escribo sin ganas, escribo solo para dejar registro de mi muerte, no soy escritora no digas eso nunca más

¿No lo entiendes?

¿No sabes que escribo acaso para no olvidar?

No soy bonita

No soy especial

No soy lo que crees

Solo soy una mujer que muere cada día y necesita dejar registro para no olvidar….

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS