Tal vez algún día,
con seguridad, un día ya no pensaré,
como un día ya no existiré.
Mi ser, mis ideas,
todo lo que fui, se desvanecerá.
Mis temores no se escucharán,
el abismo del silencio los absorberá.
Me aterroriza pensar en ello,
pero me calma pensar en ti,
en ti, tu sonrisa,
llena de experiencias
que te hicieron crecer,
llena de lágrimas ahogadas por temer.
Esa sonrisa que me dice lo fuerte que eres,
que sigues tus sueños sin dejar de creer.
Tus ojos, tan brillantes, que observan la oscuridad
de mi corazón y lo llenan de fe.
Una fe de creer que soy capaz de lo que sea.
Fe en que tal vez no estoy roto.
Aun en el silencio eterno, mi mente te amará.
Cuando mi conciencia se funda en el no-ser,
y en cuanto mi mente no exista,
ese día aún te amaré.
Algún día, el tiempo no existirá,
pero eso no me impediría pensar en ti.
Tal vez algún día,
te deje de amar.
Ese día no seré mi verdadero ser.
Tal vez algún día olvide mi nombre,
el tuyo, y lo que significa estar en el ser,
pero no olvidaré que te amé,
y que te soñé.
Tal vez…
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