Ya no hubo poesía, quedó en el pasado,
cuando aún eras mía.
Hoy existe un espacio entre nosotros,
y la poesía se tiñó de gris
hasta desvanecerse de aquí.
Antes tu aroma vivía en mis manos,
ahora sólo guardo recuerdos sin olor,
pensamientos sin tacto,
e imaginación sin tu rostro.
Había tanto amor en mí
que me quedé con todo para entregar;
cuando tú herías mi imagen con odio,
yo te coronaba los ojos
con una atracción que abrazaba tu todo.
Ahora somos apenas el pasado
de un instante en este mundo.
Sólo me queda desear que el amor real
te encuentre para no soltarte jamás.
Porque si me soltaste fue porque tu amor
no supo luchar,
se rindió y partió.
Y yo, con un suspiro profundo,
sequé mi frustración
y seguí mis pasos
lejos de tu voz.
OPINIONES Y COMENTARIOS