La gota que rebalsó el vaso…

La gota que rebalsó el vaso…

Yanara

19/08/2025

Vengo silenciando mi alma pero hoy la voy a dejar hablar. Todos los fantasmas que escondí en el placard, hoy tendrán libertad 

Hace meses que no me siento yo misma, estoy acá sin estar. Busco formas de escapar de mi realidad y de mi, pero me doy cuenta que de mi nunca podré escapar. 

Me esforcé… me esforcé al punto de quebrarme en pedazos y tengo que parar. Necesito pensar con claridad.

Hoy la respuesta a mis preguntas es sólo «no sé». Ojalá mañana la duda se convierta en certeza y la desolación en oportunidad.

No sé dónde ir, sé donde no quiero estar.

No sé quien quiero ser, pero sé quien no soy.

No sé cual es mi destino, pero sé que no es en este lugar.

No sé aparentar lo que no soy.

No sé cuales son las decisiones correctas ni cómo se siente estar listo para tomar acción, pero sé que el sobrepensar nunca me llevó a ningún lugar.

Hay decisiones que tomamos con la única certeza de que elegirnos es el único camino que nos puede llevar hacia donde nos merecemos.

Si no nos tenemos a nosotros ¿Qué más podríamos aspirar tener? 

Les juro que me gustaría haber podido, haberme quedado pero hoy no puedo más. Mi cabeza, mi alma y mi corazón no pueden más. Cada día es más tortuoso que el anterior, en cada paso que doy me pierdo más a mi y no quiero llegar al punto de desaparecer por completo.

Mi cabeza me está gritando que necesita silencio ¡La paradoja de la vida!  

Les contaré brevemente mi paso por este camino.

Cuando era chica lo único claro que tenía es que lo que sea que haga con mi vida, quería que deje una huella positiva en los demás. Hoy, a casi 29 años después, todavía no tengo la certeza de quien quiero ser, sólo sé quien no volvería a ser o quien no quiero ser nunca. Algunos nacen sabiendo que quieren ser doctores, maestros o cantantes. Otros como yo, nacemos con la convicción de que el camino nos mostrará nuestro destino.
Como lo he contado en otros de mis textos, el orden y el control fueron mis aliados ante mi niñez disfuncional y hoy como adulta, son mis verdugos. Sobrepensar es en lo único que me destaco. Pienso tanto en los pros y contras de las cosas, al punto de nunca decidir nada.

Más de una vez se me presentaron oportunidades laborales de crecimiento, pero en todas desistí, me bloquee y me auto-boicotee. Llegó un día que el miedo fue destruido por la fe en que todo es cuando debe ser y me arriesgué. Agarré todas mis incertidumbres y las encerré diciéndome que sólo podía confiar en el proceso, sin importar el resultado, lo estaba intentando y eso era sólo lo que me importaba.

Hoy, diez meses después, me probé a mi misma que puedo. Costó pero lo di todo, traté de aprender, de sumar antes que restar. Puse mi energía, mi potencial y mis ganas de progresar todos los días, pero no hubo día en que me sintiera realmente como en casa. Nunca sentí que había encontrado al fin mi lugar. Fue tan desgastante ver como me iba desintegrando día a día,  sentir que perdía más las ganas de existir. Hoy mi cabeza explotó. 

Llegué al punto de no retorno donde mi salud mental vale más que lo que piense el resto, donde tengo muchísimo miedo de dejar todo lo que conocí desde hace 9 años, pero que tengo mucha confianza en que tengo todo el potencial para intentar y lograr lo que me proponga. La muerte es la única que puede decirme «basta» y hasta entonces, tengo que luchar. 

Quiero luchar por volver a encontrar las ganas de seguir adelante, quiero rodearme de personas que me deseen el bien y me encantaría encontrar un trabajo que me llene el alma y el corazón, que al final del día mi mente pueda descansar y no desbordarse de tanto peso.

Les deseo que tengan el valor de abandonarlo todo con tal de no abandonarse, nunca pierdan la fe. Nadie más que nosotros sabemos las batallas que luchamos todos los días y todo lo que es para nosotros, nos va a encontrar. Para eso, tenemos que cerrar ciclos, esconder las llaves de puertas que ya no nos llevan hacia ningún lado y entender que los finales también pueden ser nuestros nuevos comienzos.

Siempre tengan presente esta frase, de quien no conozco su autoria, pero créditos a quien corresponda, «OJALÁ QUE LO QUE BUSQUES, VALGA MÁS DE LO QUE PIERDES».

Los quiero lectores, ojalá mañana estemos más satisfechos con nuestro presente. Nunca elegirnos puede ser una mala decisión.

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