Un camino árido avizora mi alma, silenciosa y esquiva.
Me trazaron un mapa,
con trazos que me conducen a entramados círculos
de escabrosos laberintos.
Es hora de parar y reescribir el viaje.
“La falta inaugural” Freudiana,
sagaz y asertiva, habilitadora
de paisajes nuevos que me asombran
ante quienes me preguntan ¿quién soy?
y ya no poder dar un respuesta acabada;
porque muto en tránsito y en la perplejidad de
lo nuevo.
Ya no estoy rodeada de espejismos.
Mis nuevos trazos son torpes
y tal vez provisorios y recurrentes ,pero me pertenecen;
(por que seguiré, con las mismas resistencias y los mismos abismos?).
Pero … sabré que habré guardado, por fin, el
mapa en el bolsillo.
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