Una palabra lo cambia todo

Piénsalo.
Te parece lo mismo que te diga; «Dámelo, de inmeadito». O que te diga «Dámelo de inmetiado». La posición de la pausa, es la clave para diferenciarlo. Cuando pausas después de Dámelo, expresas seguridad y confianza, en que lo que solicitas es pertinente. Cuando la pausas la dejas al final de la oración, expresas inseguridad, porque estás desesperado porque se haga ahora.
Es diferente decir, «Por favor, lo necesito». A decir «Por favor lo necesito». La figura de la pausa, marca una diferencia significativa importante. Muchas veces he oído el argumento «Solo es una coma», o el argumento «Sólo es un signo de ortografía, eso no cambia nada». Lastimosamente, sí. Sí cambia todo. Porque las letras, signos, espacios y todo lo que podamos representar con símbolos, representa la forma en que nos expresamos y hablamos. Es por esa razón que una persona no es menos por escribir «Feo» o «Rápido» pero cuando alguien hace eso de forma continua, sí denota una cualidad, y es que no sabe ni difefrencia la forma de las palabras que utiliza.
Pudieramos pensar, que hay mejores o peores formas de expresarnos, sin embargo, yo prefiero decir que hay maneras mas comprendedoras, empáticas, o comprensivas, pero eso no quiere decir que decir «Por favor» es mejor que la orden, pero sí quiere decir que una persona que dice por favor, sabe que lo que dice tiene un peso sobre el otro, y de eso es de lo que hablamos, de lo que hacemos, sabemos, sentimos y pensamos.

Imaginense que hablramos como escribimos, comiendonos las tildes, sin puntos, sin comas, imaginense que hablramos como la mayoria escribe… Gritariamos, haríamos berrinches y armaríamos un pleito, por cualquier tontería. Pues así es como nosotros somos, como hablamos y escribimos en los momentos de más desesperación.

Soy fiel creyente de que uno mismo es quien define sus condiciones, y la experiencia me ha dado la razón incontables veces, sin embargo, todavía puede quedar algún atisbo de duda en mi afirmación, y es el conocimiento de la negación del enunciado, dentro del pensamiento de otro ser humano. Porque sí, yo sé que lo que pienso es correcto, pero en mis circunstancias sociales es que he dudado de mis pensamientos, no porque carezcan de razón, sino porque considero noble toda causa mental que el hombre emprenda, sin importar sus valores o condiciones, considero que todo ser humano es digno de respetarse, y considerarse, sin importar los actos que cometa, un humano no se define en lo que hace, sino en el significado de su existencia eterna, infinita, y sobre todo, en los propósitos que el humano encuentra para fundamentar sus razones. Ya que siempre pensaremos que otros son malos, hasta que comprendamos que tiene un propósito todo lo que esa persona realiza, y entonces no es malo lo que hace, solo queda una sola pregunta… ¿Qué es lo malo? ¿Qué es lo bueno? ¿Realmente puedo decir que comprendo lo que pienso…?

Por eso, siempre digo, una palabra puede cambiar un, por favor hazlo de inmediato, a un por favor hazlo inmediatamente, a un por favor lo necesito, o un te lo ordeno. Donde menos decidimos mirar con nuestra intención, es donde se encuentra el sentido de nuestra existencia, en los problemas que consideramos que ya están resueltos, pero su sombra nos acecha en nuestra existencia consciente. Porque un problema podrá resolverse, pero la sombra de quienes hemos sido, solo se hace más grande en la falta de luminosidad. Tu sombra nunca te abandonará, pues en la oscuridad, solo se hace eterna. Y aunque estés rodeado de luces, tu sombre tampoco te abandonará, pues quedará en tu recuerdo.

Tenlo presente, un problema no desaparece al resolverlo, sino al olvidarlo.

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