Muy domingo

Muy domingo

paulitamo

03/08/2025

Arranco tecleando con la emoción a flor de piel. ¿Por qué? No lo sé. ¿Hormonada? Tal vez. ¿O será que es domingo? A saber. Estoy sensibla y, a la vez, es como que me siento movilizada por una mezcla rara de cosas metidas en una procesadora. Todo revuelto, picado y salpicado, y un poco sin sentido.

Por un lado, historias en IG de los guindas de mi amadísimo club honrando al Gordito Diez, que partió hace un año. Los viejos, los jóvenes, los no tan jóvenes, todos juntos compartiendo. El amor por el club, el amor por los colores, el amor por los amigos, el compañerismo, la fraternidad, el amor por el Gordo y por todos los que ya partieron. Levantemos nuestras copas y brindemos por los amigos que no están. Lloro. Un evento muy guinda y muy hermoso, y el Javiercito Wiernes que me manda foto empapado en lágrimas y audio contándome, con la promesa de mandarme más videos después. Cómo te quiero, San Juan Rugby. Sos mucho, pero mucho, mucho más que deporte. Amo que me corras por las venas. Gracias por tanto y perdón por tan poco. Gracias, papá y mamá, por hacerme del San Juan.

Mientras veía eso, a la vez escuchaba el primer capítulo de un podcast. Una entrevista a dos niños (tienen 18 y 20 años, creo) que son misioneros yankees, de esos que andan de camisa y corbata golpeando puertas para hablar de Jesús y Dios. Este dúo está misionando en Rosario. Me los encuentro en una etapa de muchas cosas; una de ellas, la espiritualidad. Y ver a esos niños —que dejan todo, con tanta convicción, con tanta fe y amor, solo por servir— me conmovió. Tan chicos y tan entregados. ¡Qué abuso! Les entendí la mitad porque andaban medio flojos de español, pero me tocaron el cora.

Al rato, mi amiga Lucre I manda videíto de Paula Chaves contando que su primera hija nació en la misma fecha en la que había fallecido una amiga. Ella no quería esa fecha, pero nada podía hacer. Su niña decidió llegar al mundo quince minutos antes de que terminara ese día, por parto natural. La asistió una enfermera que la atendió súper bien, y cuando se va yendo, le agradece por la atención y le pregunta el nombre, y la enfermera responde: Jazmín, igual que su amiga. ¿Cómo van a convencerme de que la magia no existe?, canta el Wosito.

Después, un videíto de un proyecto de muralismo en Iglesia, de unos cracks sanjuaninos, contado por el uno, Pablo Montemurro, y por sus protagonistas. Me encantó. Arte, equipo, unión, comunidad, animarse, embellecer y compartir. Otro mimo al corazón.

Las historias y reels de “Incluyamos Oficial”, siempre al pie del cañón para darme felicidad.
Ah, ¿y la gente en Lali y Diego Torres? ¡Que viva la música, el baile, el show, la fiesta y, otra vez, el compartir! El disfrute ajeno se disfruta. ¡Qué lindo es ver a la gente feliz!

Siento que me atraviesan mil cosas más, donde parece que nada pega con nada, pero, a la vez, en cierta forma, está todo unido. Porque la vida misma.

Sí, hoy viví unas horitas a través del celular. Me fui a San Juan. Acá, el vientito no me invitaba a irme a la playa. ¿Sumergida en la virtualidad y alejada de la realidad y el presente? Y… un ratito sí, pero a la vez ni tanto. Casi todo, en su justa medida, suele estar bien.

Ahora volví. Ya estoy acá, bien presente, siendo. Siendo a través de este escritito, drenando en el “papel” los sentimientos y las ideas desordenadas y atropelladas que se me amontonan en la cabeza.

Entre desarrollo personal, espiritualidad, ciencia misticusi, coaching, arte, escritura, hábitos, comunicación, lectura, el despertar de la curiosidad y a saber qué más que estoy consumiendo, tanto mi algoritmo como mi cerebro están un poco colapsados y se me dificulta un poco la tarea.

¿Entonces? ¿La conclusión?
La conclusión es que así es la vida. Es TODO. Amplia, inmensa, cada vez más diversa (amo), complicada y sencilla, y definitivamente hermosa. Y encima ¡no para de evolucionar!

Es magia, es amor, disfrute, amigos, compartir, vínculos, proyectos, emociones, familia, sincronías, momentos.
También es ciencia y tecnología, arte y naturaleza, espiritualidad y astrología, creatividad, investigación, comunicación, conexión, expresión… y así, infinito punto colorinche, qué sé yo.

¡Qué viva está la vida! Solo queda disfrutarla, honrarla y decir gracias.
¡Siempre gracias! Y más si el domingo arranca nostálgico y termina feliz. 😉

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS