I.- Esperanza.

Siempre mintiéndome

con esa infalible pócima,

con calculada intermitencia,

escogiendo el instante límite

en que apenas puedo

apartar cansancio y hastío.

Siempre engañándome,

sutil embeleso

que me arrastra a seguir

cuando hay otra evidencia.

II.- Lujo.

Te aparto y te busco

sin quererte

aunque insistes en quedarte

sin conocerme.

Ni para mí ni conmigo

porque contigo no vivo,

no respiro,

solamente sujeto

el brillo con que atas

al que pude haber sido.

III.- Vacío.

Cuando no te conocía

me atreví a obviarte,

y eras bruma pasajera

que se iba con cualquiera.

Hoy te adoro porque

encuentro que el respeto

te barniza,

y hay maneras y caricias

que cada soledad

aprende a salvar.

IV.- Rendición.

Injusta mirada

la que te negativiza

sin atreverse a entenderte.

Opción cancelada sin preaviso,

camino equivocado

sin explorar,

porque el valor está erguido,

porque la suerte está echada

y se requieren vencedores y vencidos.

Aparta el conflicto primero,

¿dónde está ahora el sentido ?

V.- Orgullo.

Como agradezco que aparezcas

para recordar,

reconocerme cambiado,

recuperar algún signo

de lo que tanto supuso.

Obstinadamente reafirmarme

en cualquier error,

y cegarme dulcemente

sobre lo que pude aceptar.

Nada de cambios,

no vacilemos,

sigo y persigo,

que no cabe otro modo.

Aléjate ahora,

que preciso es razonar.

VI.- Fracaso.

Viajo contigo sin pensarte

como un viejo amigo que escucha

para calmarme.

Me enseñaste como nadie

el camino, la luz

el desastre.

Has conseguido con tiempo

que no me incomode esperarte.

Te he dejado de esquivar,

ya casi no cambias,

ya casi no causas

pesar,

tristezas, desánimo.

Es solamente esa mancha,

un borrón, un bache,

si ha de pasar

no debe alarmarme.

VII.- Rencor.

Intenso, no cedes,

no puedes, afirmas

que siempre reciente

el dolor alimenta

el mandato,

el guion que obedeces.

Cuestionarte difícil,

de uno mismo provienes,

personal, diferente,

incalculable,

eres de nadie y solo mío,

eres del colmo la otra parte.

Tan paciente en la espera,

tan presente en el ahora,

y escondido oscuramente

acechando,

que el momento ya viene.

VIII.- Virtud.

Ni constante ni oportuna,

de exigencia autoritaria

has extendido tus premisas

y has logrado convencer.

Quedan objeciones que menguan

al confrontarte.

No hay discusiones

desde tu luz.

Ni toleras el desvío

ni subsanas el error,

te es ajeno el desvarío

y al reinar de todas formas,

con victoria y con derrota

sabes bien dónde ubicarte.

En tu nombre puede hacerse

lo que sin ti es inapropiado,

que si vuelves a adornar

el destino con tu halo,

aplaudido acabará

quien te había ya olvidado.

IX.- Nostalgia.

Tanto tiempo removido,

tan pasado actualizado,

unas veces por descuido

y otras por inmadurez.

Si has venido a quedarte

y me quieres convencer,

te anticipo que el presente

no te va a dejar crecer.

Nunca dije que tu abrazo

ha de evitarse  precavido,

solo opino que contigo

poca siembra alcanzaré.

Si hay memoria está guardado,

lo que no pretendo hacer

es quedarme en tu regazo

mientras siento envejecer.

X.- Quimera.

Te prefiero íntimamente

que con otros es distinto,

a solas cualquier laberinto

se convierte en avenida.

Te provoco con mil tretas,

no me importa reconocer

que estoy presto a tu caricia,

soy tu amante siempre fiel.

Comprensión no necesita

el que entiende tu regalo,

que si acepto por completo

lo que tienes de onírico,

alcanzar el goce místico

me seduce al atardecer.

Luego ven y pide algo,

no te prives de caprichos

que seguro me propones

utopías deliciosas.

Cuando marches no descuides,

me preocupa tu salud,

soy sincero cuando digo

que necesito tu luz.


XI.- Promesa.

Tan útil por vigencia, constante,

disponible para resguardo

si ocasión ofrece dilema.

Ligereza te es extraña

que requieres gravedad,

no caducar preocupa,

te refuerzas con edad.

Si después caes al olvido

nunca fue por culpa tuya,

que en su día circunstancias

te crearon imperfecta, utopía,

inconsciente o pueril, 

porque tiempo dice luego

lo que entonces silenciaba.

Pero tienes el consuelo

que proviene de saber,

tras tu eco creció otra

que eres tú con otra piel


XII.- Duda.

 Te anticipo que apareces,

no es difícil de prever,

solamente permaneces

si demoro resolver.

El consejo no te borra,

que por ser tan personal

te resuelve diferente

el criterio de cada cual.

Si el incierto resultado 

condiciona en demasía,

probable es que el futuro

te permita conocerte,

que valor o audacia fugaz 

iluminan u oscurecen

dependiendo de factores,

de evidencias pasajeras,

perspectivas apropiadas

desde luego para ahora.

Hoy ayudas a estar vivo,

a elegir lo que deseas,

a avanzar con dirección.

Si mañana no era esto

o si aquello era mejor,

no reproches al de al lado

por tu propia decisión.


URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS