Nos cruzamos en un instante impredecible,
un roce de miradas que no buscábamos.
Avanzó, y todo era misterio y casi imposibilidad,
brotó en mí un amor más fuerte que la razón.
De mi hay un latido que solo tú lograste escuchar,
tal vez por eso eres la voz que aún resuena en cada silencio.
Ignoro el futuro y presencio el pasado contigo:
el de tu mirada, de tu voz, tu piel, de todo tu ser.
Aunque me dices que no te conozco,
que no debería enamorarme,
yo ya lo hice.
Sé que nos recordaremos,
pero también sé que sí puedo conocerte,
puedo entenderte,
si tú me dejas.
Yo entiendo si soy efímero,
pero también las estrellas fugaces lo son,
y uno siempre recuerda cuando ve una.
OPINIONES Y COMENTARIOS