Las voces las voces las voces las voces las voces las-
Cállense, por favor, solo cállense.
De repente parecía estar en el agua, las voces se escuchaban distantes y sentía que me iba a ahogar en cualquier momento. Intentaba tomar aire con cada bocanada que daba y aún así nada podía llenar mis pulmones.
Estaba todo borroso, la persona delante mía ya no tenía cara y su cuerpo se veía doble, no distinguía que era lo que estaba viendo.
Solo quería que se callaran, todos. Desde el estúpido pájaro encerrado en su jaula, la radio con música que siempre odié escuchar, y sus voces, sus malditas voces. Desde la más aguda a la más grave, las odiaba a todas, solo hacían doler mis oídos y mi ya herido corazón.
No tiene sentido, nada de esto tiene puto sentido.
De repente alguien tomó mi cabello y lo jaló, y fue como si me sacaran del agua y me llevaran al infierno.
Las voces las voces las voces las voces las voces las voces las-
Intenté enfocarme, ver algo entre lo borroso, escuchar entre el ruido, pero estaba desesperado, no tenía tiempo a pensar en que hacer.
La cabeza cada vez me latía más y sentía como la sangre salía de mi nariz, mis ojos estaban secos porque olvidé cómo pestañear y el nudo en mi garganta cada vez se apretaba más.
Las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces-
Intenté moverme
Las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces-
Intenté hablar
Las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces-
Intenté pensar
Las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces las voces-
-¡Detente!-
-¡alguien sepárelos!-
-¡ayuda!-
La calma después de la tormenta.
Mis ojos volvieron a enfocarse, por fin podía respirar con tranquilidad, mi cabeza se calmó y mis oídos pudieron detectar el silencio. Sentía paz
Hasta que la realización me golpea. Estaba en el piso sobre el cuerpo de un hombre, sus lentes estaban rotos, sus ojos estaban cerrados y de su nariz y boca salía tanta sangre que asustaba. Estaba sentado sobre su pecho, y este no se movía.
Yo solo quería que se callaran.
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