Escribí estos disparates, sin mucho pensar, directamente en su página, y resulta que dice que fue generado por una IA. Será mi próximo cuento a partir de esta historia. Pues según estos algoritmos frustrados y mal planeados y mal programados, yo soy una IA.
Los gritos al viento
Si de veras estás borracho de ideas extrañas, como los gatos de ciudad, entonces bosteza y te darás cuenta de que hasta las gaviotas de las playas cercanas a la muerte, pueden darte un impulso en tu vuelo maldito hacia el espacio. No dejes de mirarte, mírate como lo hacen los cangrejos enrojecidos por los soles de los mundos andados, recorridos de espaldas, como quien ve un militar y sabe que no ha de cruzarse con semejante bicho.
Mis consejos parecerán locos, pero realmente son la cordura petrificada en mi conciencia de vocero del tiempo.
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