Ahora…

Y ahora qué hago? Con todo el amor que le ofrecí a ella y ella se fue sin el; ¿que hago ahora? Si ya nada brilla como antes lo hacía y todo lo que veo brillar es el encendedor al prender otro cigarrillo, y también lo veo apagarse como la luz de sus ojos que se van hacia el atardecer sin nada más que hacer, que yo pueda hacer; y ahora… ¿Que más puedo hacer? Si ella se fue y me dejó acá tirado como un muñeco vudú escribiendo versos tristes.

Y ahora… estoy sentado al borde de la cornisa pensando si saltar hacia adelante…

Y ahora que contempló el universo veo que somos insignificantes, solo somos tiempo perdiendo el tiempo.

Ahora que? Sigo hacia adelante? Me tiró? Y si doy un salto de fe, pues con fe y si me mate de la caída aunque… es curioso siempre me sentí abajo rozando el fondo del abismo pero siempre descubro que hay mucho más camino hacia abajo.

Ahora solo pienso en fumar, en prender un cigarro más pues eso de «una pastillita más» no sirvió y no saben cuánto hubiera querido que funcione pero no lo hizo, en ese caso que hago ahora sí el futuro es mi pared y el pasado es la espada.

Y que hago ahora? Si solo puedo pensar en ella, si cuando me veo al espejo me sorprende que ese maldito extraño del reflejo me halla logrado encontrar tan lejos, tan abajo, tantos días que han pasado y sigo en el pasado esperando… solo esperando que llegue alguien y me ayude a encerrar este demonio que me susurra al oído «MATATE» y yo luchó por no hacerle caso pero el maldito no se calla sigue ahí taladrandome el oido con sus palabras.