EL YO, COMO UNA CONSTRUCCION NATURAL:
Descender al interior de uno mismo, para buscar de que estamos hechos y descubrir esa maravillosa arquitectura natural construida por nuestra madre naturaleza; luego ascender de regreso, para descubrir esas reconstrucciones montadas sobre esas grandes zapatas de que nos doto la naturaleza, reconfiguradas con arquitecturas humanas hechas a modo egoísta. Me pregunto, porque el hombre se ha desviado tanto de ese poder sublime que se le ha confiado para enseñorearse del planeta, como un verdadero Homo Sapiens, no como un ser destructivo que ataca a su propia madre naturaleza y no sabe convivir con otros seres vivos que le rodean.
Encontrarnos a nosotros mismos, es complicado pero necesario para ser constructores de nuestro propio paraíso en esta tierra. Para hacer al homo sapiens más humano, se requiere liberarlo de las ataduras que el mismo se ha impuesto, para poder redescubrirse; es un trabajo difícil pero no imposible, y es verdaderamente es sublime. El «hombre sabio» debe resurgir, para ser digno de ser llamado Homo Sapiens.
Si el Homo Sapiens, ya fue detectado desde otra galaxia, entonces ya debe estar catalogado como un Ser no inteligente, una plaga corrosiva de este planeta.
EL YO NATURAL AUTENTICO
Yo Natural autentico (verdadero) = Yo Sensorial + Yo Pensante + Yo Ego Armónico

El Yo Natural autentico (el verdadero), es una sincronía directamente proporcional a la sumatoria de sus percepciones con la naturaleza misma, más los procesos de la mente y a sus facultades, más una construcción posterior llamada YO-ego Armónico.
Es una propuesta estructural de reingeniería para resetear la mente humana a su configuración original; una ecuación integral que busca despejar la incógnita del Ser desde el pensamiento racional objetivo, en estos tiempos de crisis de identidad, donde la sociedad impone una educación defectuosa, que moldea un YO-EGO artificial, alejado de la verdadera naturaleza del pensamiento humano. Se requiere liberar al YO-PENSANTE de las malas interferencias del YO-EGO resultado de una construcción defectuosa, para así poder utilizar todas las facultades de la mente para integrar el pensamiento natural, en armonía con la naturaleza de las cosas. Es necesario reconstruir al EGO a su arquitectura cognitiva original, para que el ser humano, que es un Ser privilegiado dentro de su género, sea verdaderamente digno de su especie como Homo Sapiens.
La espiritualidad debe estar basada en la razón y en la autenticidad del pensamiento. El YO-PENSANTE es el sistema operativo original del Homo Sapiens, el núcleo racional de una inteligencia natural que se encuentra opacado por una tercera capa de interfaz natural donde se construye el YO-EGO; esta última capa necesita ser restaurada a sus valores originales con la reingeniería del pensamiento, y ser depurado eliminando a todos los “archivos y programas basura” que causan interferencia al núcleo natural donde se encuentra el código fuente, ya que no permiten que este sistema pueda funcionar con certeza y eficiencia. Esta reconfiguración es necesaria para que esta última interfaz esté alineada con el núcleo original, para así poder lograr la autenticidad y la claridad del Ser.
En la era actual, la sociedad está marcada por un caos ideológico y la distorsión del pensamiento natural, inducida por los vicios mentales y morales que dominan la estructura social. Urge establecer una brújula verdaderamente humanista
para guiar a una humanidad consciente, pensante y colaborativa, donde todos los seres humanos puedan verse como hermanos, y vivir en armonía con la madre naturaleza, bajo el principio universal de la ley natural y en sintonía con el orden natural que sustenta la existencia. “No corromper la mente del Homo Sapiens durante su etapa de madurez” debe ser considerado desde ahora como un derecho natural inalienable; negarlo es encadenar a la sociedad, impedir su evolución, y retroceder al ser humano al estado de animalidad inconsciente. Es en la madurez cognitiva donde el Homo Sapiens puede integrar plenamente el Ser, a través del uso autónomo de sus facultades mentales, libres de interferencias ideológicas, dogmas, fanatismos o residuos psíquicos impuestos. Solo a través de una depuración consciente de las “basuras mentales y morales” y la reconstrucción del pensamiento desde la autenticidad racional, podrá el ser humano elevarse hacia una versión digna de su especie: un Homo Sapiens consciente y racional, capaz de pensar por sí mismo, reintegrado con la verdad esencial de su condición como Ser pensante libre y consciente.
OPINIONES Y COMENTARIOS