¡Holaaa!

¿Cómo estás?, ¿cómo te sientes?, ¿hay algo que quieras contarme?

Ojalá pudiera decirte que me encuentro bien y que ya no me he sentido triste, últimamente siento un gran vacío en mi interior, y por más intentos que hago, me cuesta ver las cosas a color.

Mentiría si dijera que no me gustaría volver a verte, quisiera que me buscarás o que al menos me escribieras como en aquellas temporadas, extraño leerte y que con tus preguntas hicieras explotar mi mente.

Y aunque a veces trato de ser fuerte, siento que al final de todo no soy tan inteligente, y eso en verdad si que me duele.

Hay días en los que me cuesta trabajo levantarme de la cama, de esos en los que quisiera dormir durante todo el día, quizás a veces me paso de nostálgica, o quizás simplemente es que estoy un poco cansada.

Y me canso de pensar, de dar vueltas sin parar, solo quiero disfrutar de todo aquello que quiero lograr, porque hay tantas cosas que quiero hacer, que a veces no se que es lo primero que debería hacer.

Se que quizás no está bien el que quiera que me busques o que me escribas, pero solo quisiera sentirme comprendida, y aunque no lo diga, tus mensajes siempre llegaban a cambiarme.

¡Porque claro que lo haces, claro que lo hacen…!

Es como si tuvieras un radar de mis emociones, porque siempre llegas cuando menos me lo espero, vienes y me encuentras en mis más gloriosos momentos, pero te vas en mis peores fragmentos, y nunca llegas cuando siento que me arrastra la marea.

Y pones mi mundo de cabeza aunque después me hundo en la tristeza, ojalá y lo supieras, ojalá y lo entendieras.

Es un nudo de emociones, que a veces ya ni lloro por las noches, ya no espero hasta la noche, y aunque me duela, solo lloro en los rincones mientras siento su calor quemar mi piel.

Respirar, se que suena fácil de decir y que también es fácil de hacer, pero, ¿qué harías si te digo que aún no se como respirar bien?

Solo siento que me pesa mucho el pecho, que me arde y que hasta creo ser capaz de quemarme.

Y no lo puedo evitar, me torturo siempre al recordar lo que nunca podré reavivar, extraño mis días de gloria, extraño mi época dorada, aquella adolescencia que nunca volveré a tener, aquellas oportunidades en las cuales me dio miedo siempre ganar o perder.

Dijiste que vendrías, que a mi casa llegarías, dijiste que lo harías, que serías mi guía de turista, que a los Tribunales llegaría y que con ella me llevarías, quizás sea cierto, quizás si estoy un poco dolida, solo quería una salida, un rayo de luz que iluminará mi oscuridad o quizás también buscaba una compañía que pusiera en pausa mi soledad.

Sí, estoy dolida, pero dolida conmigo, por creer que podrías llegar a ser mi amigo, por imaginar salidas y reuniones en un café contigo.

Bien sabes que lo haré, que ahí estaré otra vez, que siempre tus mensajes contestaré, y es que al final, ¿qué es lo peor que puede pasar?

Y aunque no lo creas, sigo esperando por mi estrella, porque sueño mucho con tenerla, soy gigante y muy pequeña, pero fui mejor en mis temporadas de la escuela.

No, por favor, no sientas pena por mí, solo quisiera poder platicar sobre la profundidad de la vida, exponer mis idas y venidas, mientras recuerdo mis más viejos y entrañables momentos.

Ahí estaré, siempre al pendiente y de pie, pero, por favor, dime que tú si estás bien, dime que tú no estás más anclado al ayer, que disfrutas cuando el Sol acaricia tu piel, que agradeces por el hoy mientras te olvidas del dolor.

Y dime que estás cumpliendo con cada una de tus horas de sueño, que disfrutas de cada pequeño e inmenso momento, que te gusta sentir la brisa del viento cada que despeina tu pelo, y dime por favor, que ya no vives sin color.

Estaría bien, estaría bien que nos volviéramos a ver, pero créeme que quiero que eso lo decida el destino, no quiero forzar un vínculo socio-emocional contigo, no quiero lastimarte con mis acciones, y tampoco busco el que me lastimes con tus razones.

Me sorprendo de los cambios, hace mucho que dejé de escuchar cada uno de mis pasos, solo escribo en soledad y cada que siento que no puedo más, he dejado de leer y no se si eso lo pueda volver a hacer.

Siempre dicen que cuando una puerta se cierra, se abren más de una docena, ¿en dónde están las puertas abiertas, si hace más de 3 meses que cerré aquella vieja puerta?, ¿son mis llaves las que no abren?, ¿o será que se cree, que son mis sueños inalcanzables?

Quiero que te quieras, que por favor, nunca pierdas la razón, que no endurezcas tu corazón, que siempre cuentes con la inspiración para escribir tu mejor versión, que cada vez que llueva, disfrutes el sonido del impacto del agua en la Tierra.

Espero que no me malinterpretes, no es que me queje de la cuestión, o que no esté conforme con lo que está a mi alrededor o incluso con lo que hay en mi interior, simplemente siento que merezco más, que aún tengo mucho para dar, que se que puedo trabajar, que se que puedo respirar.

Por favor, quiero que recuerdes que eres el dueño de tu historia, que está bien si decides hacer una pausa en la trayectoria, que respirar es lo que importa, que siempre hay una oportunidad para volverlo a intentar.

Ojalá me recordarás como alguien que es capaz de entenderte, como alguien que podría adivinar lo que pasa por tu mente, y se que lo haré, no pienso irme sin antes ver mi nombre escrito en papel, y lo amaré mucho más de lo que imaginé.

¿Crees que la paciencia es considerada como una fortaleza?, ¿y si he estado siendo paciente con todo lo que me envuelve, crees que eso quiere decir que soy una persona fuerte?

Te recuerdo con canciones y algunas veces hasta te apareces entre mis narraciones, por favor, ya no uses tu intuición, al menos no con mi razón, por favor, ya no cambies mi versión, por favor, no me busques sin amor.

Espero y que disfrutes de cada mágico y hermoso atardecer, y ojalá nunca sea tarde para expresar todas y cada una de las cosas que nos invaden…

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