Otro viernes en la ciudad

HASTA CUANDO QUIERO OLVIDARTE ME ACUERDO DE TI

Salió del bar, dejando atrás la música que aún se escuchaba como un sound track de una película de Cameron Crowe, sintió el frio de la madrugada golpear su cara, dio unos pocos pasos y metió la mano en su bolsillo derecho buscando su zippo grabado con el logo de the Wall que le había regalado la chica que se fue lejos en busca de la libertad, aun podía escuchar la música del bar “I was looking for some action But all I found was cigarrettes and alcohol” cantaba Liam Galleger, prendió el quinto cigarrillo de la noche casi llegaba a la esquina y dio una gran bocanada de humo, mientras recordaba lo guapa que estaba su amiga, la próxima vez le diré que me gusta pensó mientras daba otra bocanada a su Malboro, de pronto se acordó de Mónica y por qué había ido al bar solo, hace semanas que quería olvidarla, ya su amor se apagaba al igual que la niebla se disipa ante los primeros rayos de sol, pero el tiempo nos juntó,

Para luego separarnos cómo decir que no si hibamos a matarnos de alguna manera tengo que olvidarte pensó. Cruzo la calle sintiendo en sus pies lo disparejo de los adoquines, caminaba relajado producto de los 03 vasos de whisky on the rocks que se había tomado hace unas horas mientras escuchaba The Strokers, le gustaba mucho ir a ese bar por que la dueña era Rockera y generosa a la hora de verter el whisky en su vaso,

Puso el pie derecho sobre la vereda levanto la vista se aproximaban tres muchachos, el más chato al centro, el que caminaba pegado a la pared llevaba la botella en la mano, ¿Tío tienes un pucho?, pregunto el de la derecha que caminaba producto del equilibrio que trataba de vencer el trago barato y a la ley de la gravedad, no se acostumbraba a que lo llamasen tío, menos unos pulpines borrachos, apretó su puño izquierdo su brazo se puso tenso como una estrofa de un poema de Buckowsky, aflojo el puño paso su cigarro a la boca y le paso al chato un Malboro, casi sin detenerse, Estoy viejo para ganarme pleitos pensó.

Estiro la mano y subió al taxi Hyundai i10, en la radio sonaba una canción de corazón serrano, casi se baja, pero ya era tarde y la calle se iba pareciendo a una escena de Walking Dead, el carro se alejó del centro histórico, cruzo el rio subió por el puente doblo a la derecha luego a la izquierda y paso por la casa de Mónica, otra vez volvió a su cabeza como flash backs sus hermosos ojos verdes y sonrisa de pirata y de pronto exclamo Carajo!! Hasta cuando quiero olvidarte me acuerdo de Ti