Con el tiempo vas olvidando las cosas desagradables y te vas aferrando a los recuerdos bonitos, en el fondo es un reflejo del alma para poder continuar viviendo pero es poderoso aún a sabiendas que es una mentira que no las repetimos inconscientemente hasta creerla. Lo malo es que está ilusión siempre va a poder más que la realidad, y es así que nos convertimos en fastamas que habitamos en pequeños espacios de los corazones de las personas.
Cómo seres solos, a veces necesitamos encontrar en nuestras habitaciones una foto movida de lugar o que de la nada suene una canción especial, encontrar un cabello pelirrojo, en la almohada, un corto mensaje para poder seguir adelante.
Una repentina lluvia en noviembre.
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