Son muchas las cosas que están pasando y que, aunque no quiera o pase de ellas, no puedo evitar pensar y entrar a analizar o a plantearme algunas cuestiones o interrogantes.

Todos buscamos la felicidad, el ser humano está creado para ser feliz, pero eso no significa que siempre lo seamos, en muchas ocasiones se nos complican las cosas y si no sabemos gestionarlas nos llevan a la tristeza, la ansiedad o la angustia, a la infelicidad.

No todo es de color de rosa, ni todo es perfecto, ni todas las cosas nos van a ir bien o como queremos, no depende solo de nosotros hay muchos factores que influyen, unas veces en positivo y nos ayudan a ser felices y otras en negativo y nos puede llevar a la infelicidad.

La felicidad es un sentimiento profundo y duradero. 

Podemos ser felices con dificultades y sin ellas, dependerá de cómo afrontemos cada uno de los acontecimientos de nuestra vida, de la mentalidad que tengamos, del enfoque que le demos a las cosas que nos ocurren, del fondo que tengamos, de qué tengamos dentro, porque si estamos vacíos o solo llenos de cosas superficiales y externas, será difícil encontrar felicidad en medio de las dificultades.

No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que las cosas en la sociedad en la que vivimos no están bien, hay mucho sin sentido, poca comunicación real, poco criterio a la hora de opinar, mucho aborregamiento en gran parte de las personas, mucho móvil, muchas redes sociales, mucha información y poca reflexión sobre nuestras vidas, la mía, la tuya, la de los demás.

Lo importante es que todo tiene arreglo en esta vida menos la muerte, me decía un amigo mío y se me quedó grabado. Siempre podemos mejorar un poco cada día, no sin esfuerzo, no vale decir, «yo soy así», «es mi manera de ver las cosas». 

Rectificar es de sabios y si no lo hacemos sabiendo que seremos mejores y por tanto más felices, es que somos tontos.

Pienso que se hace necesario (al menos a mi me viene bien) pararse un poco, hacer un alto en el camino, rectificar el rumbo si fuera necesario. 

Lo que está ocurriendo no es normal, es ilógico, poco racional, poco honrado, un sin sentido a veces y no me refiero solo a algunos políticos, que vaya tela marinera el espectáculo que están dando, sino a otras corrientes de formas de vivir y entender la vida desde el ego más profundo, el YO que tanto daño hace a las personas y que dificultan el poder alcanzar la felicidad.

Un abrazo a todas las personas de buena voluntad, que tanta falta en este mundo.

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