Al final del día todo se vuelve nada y esa nada es la que me consume el alma, el trocito de alma que me queda.
Al final nuestra historia no tuvo ni un inicio pero si tuvo más de un final, en alguno de esos momentos perfectos que solo pasaban en mi cabeza, la que aún te piensa… la que aún te sueña.
Al final nada tiene sentido nada de lo que soy o de lo que he sido y créanme he sido muchas cosas, he sido amante, testigo, verdugo, juez, fantasma, amigo, enamorado, feliz, etc. Al final nada de lo que fui tuvo algún sentido porque yo no soy sin par.
Al final vuelvo a mi rincón de soledad que ahora se transformo en un oyó que nadie se atreve a visitar; supongo que eso está bien pues no es deseo a nadie estar en mi lugar.
Al final ni las quemaduras con cigarrillo que me hice servirán de algo pues simplemente se van a curar y ya, nada más; tampoco importa todo el dolor que me hiciste pues el tiempo lo borra todo.
Al final ni mi historia va a tener inicio pues yo quiero darle un fin, pero un buen fin el problema es que no creo que yo vaya a tener un buen fin.
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