En mis sueños

En mis sueños

Kristel

12/06/2025

En mis sueños se escuchaba música nórdica,

música de mayas, aztecas y toltecas,

música sacra, profana e irónica

música tan fuerte, tan intensa.

En mi sueños yo veía los volcanes

en mis sueños podía volar,

en mis sueños atravesaba los mares

en mis sueños sabía navegar.

En mis sueños veía fuego

y podía tocar su rígida piel,

montaba dragones con esmero

todos gritaban a una voz: Ella es.

Imponente mi dragón se posaba en tierra

y nadie más que el me podía tocar,

todos temían su aliento con olor a guerra

todos respetaban mi caminar.

La gente que en mis pesadillas mi alma golpeaba

en mis sueños el más cuerdo se trastornó;

miran todos el porte de las temerosas alas,

nadie nunca jamás en mis sueños me tocó.

De mí huían los varones que con desdén toman a las señoritas

Huían los varones que me lanzaron a la mar

de mí huían como hormigas mientras gritan:

«Huyan todos, el dragón se ha de enojar».

En mis sueños volaba entre los cielos tan callados

nuestras alas disfrutaban el calor

todos nos temían, respetaban o huían

Éramos en mis sueños… mi dragón y yo.

En mis sueños todos me querían

me entregaban flores al amanecer,

en mis sueños todos me amaban

halagaban de pies a cabeza mi ser.

Montado sobre tierra tu aliento me protegía

tus atroces garras podrían destruir una ciudad

en mis sueños todos me temían

en mis sueños nadie me podía codiciar.

En mis sueños huían las mujeres malas

corrían tomándose los vestidos hacia el pecho

en mis sueños nadie me mentía con desdén

nadie me rechazaba en su camino derecho.

En mis sueños las flores nunca se marchitaban

en mis sueños nadie anhelaba mi cuerpo

en mis sueños todos amaban mis palabras

en mis sueños nadie tocó, nadie fue terco.

En mis sueños estaba la música llena de tambores

rompía el suelo la música ancestral

yo volaba en mi dragón lleno de dolores

en mis sueños nunca sufrí tal dolor infernal

En mis sueños no había manos en mi vientre

las garras del dragón me protegían del varón

las alas me cubrían de las mujeres

En mis sueños nada de mis pesadillas sucedió.

En mis sueños había música oriental

se escuchaba el bailar del gélido polo norte

No había inicio, ni Alaska, ni peligroso mar.

En mis sueños yo volaba

en mis sueños mi aliento ardiente asustaba 

En mis sueños tú eras fuerte

en mis sueños con tus dientes, garras y alas

en mis sueños fuiste imponente

En mis sueños yo volaba

en mis sueños era fuerte

en mis sueños nada pasaba

en mis sueños yo era un dragón solamente.

-Kristel.

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