Las heridas emocionales de la infancia se manifiestan en nuestra postura, manera de andar y peso. Tomar conciencia de ellas es el primer paso para sanar.
Manifestación:
- Espalda curvada, hombros vencidos, mirada hacia el suelo.
- Caderas retraídas, cuerpo que busca hacerse pequeño.
Raíz:
- Nace en la infancia, cuando la crítica, la vergüenza o la burla dejaron marcas invisibles.
- Surge la creencia de no ser suficiente o merecer castigo.
Camino de sanación:
- Reconectar con tu valor, amarte sin condiciones.
- Repetir palabras que te eleven y practicar la ternura contigo mismo.
- Permitir que la terapia te guíe a liberar la vergüenza.
- Aprender a decir “no” y a honrar tu voz.
Herida de Abandono.
Manifestación:
- Aumento de peso sin razón evidente.
- Dificultad para adelgazar, aun con esfuerzo.
- Hambre emocional, buscando llenar un vacío interno.
Raíz:
- Surge de heridas de abandono en la infancia: ausencia, indiferencia o frialdad emocional de quienes debieron cuidar.
- Deja una sensación profunda de desamparo.
Camino de sanación:
- Reconocer y abrazar el miedo a la soledad.
- Cultivar el amor propio y sanar la dependencia afectiva.
- Practicar la gratitud y reconectar con el propio ser.
- Buscar acompañamiento terapéutico para sanar el abandono interno.
Herida de Injusticia.
Manifestación:
- Cuerpo rígido, de talla intermedia, sin grandes cambios.
- Dificultad para ganar o perder peso.
- Postura tensa, caminar marcado por el perfeccionismo.
Raíz:
- Nace en infancias llenas de reglas estrictas y expectativas inalcanzables.
- Se arraiga la sensación de no ser nunca suficiente.
Camino de sanación:
- Aprender a soltar el control y abrazar la flexibilidad.
- Sanar la autoexigencia y permitir los errores.
- Cultivar el equilibrio entre dar y recibir.
- Fortalecer la confianza en la vida y en los demás.
Herida de Traición.
Manifestación:
- En hombres: espalda ancha, fuerte y musculosa.
- En mujeres: caderas y glúteos grandes, bien formados.
- Apariencia de fortaleza, pero con miedo al engaño.
Raíz:
- Se desarrolla cuando hubo una figura de referencia (padre o madre) que no cumplió promesas o traicionó la confianza del niño. Genera la necesidad de ser fuerte para evitar ser lastimado.
Camino a la sanación:
- Aprender a confiar y soltar el control.
- Sanar el miedo a ser lastimado en las relaciones.
- Practicar el perdón, sin justificar lo que pasó.
- Trabajar en la seguridad personal sin necesidad de mostrarse fuerte todo el tiempo.
Herida de Rechazo.
Manifestación:
- Deseo de desaparecer o evitar ciertos lugares.
- Inseguridad en entornos sociales.
- Rechazo inconsciente hacia uno mismo y hacia los demás.
Raíz:
- Nace cuando, en la infancia, se sintió la falta de aceptación o el no ser deseado.
- El alma aprende a escapar antes de arriesgarse a ser herida.
Camino de sanación:
- Abrazar la autoaceptación y reconstruir la autoestima.
- Transformar la autocrítica en palabras de amor propio.
- Aprender a recibir amor y reconocimiento sin miedo.
- Trabajar en terapia el temor al rechazo y fortalecer la identidad.

Estas heridas emocionales no solo dejan huellas en la mente, también se reflejan en el cuerpo.
Sanarlas no es cuestión de corregir la postura o cambiar la dieta, sino de abrazar y transformar la raíz emocional.La sanación comienza con el autoconocimiento,
y con la decisión valiente de liberar todo lo que nos limita.
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