Las 5 Heridas de la Infancia y su Impacto en el Cuerpo.

Las 5 Heridas de la Infancia y su Impacto en el Cuerpo.

Laura Duarte

06/06/2025

Las heridas emocionales de la infancia se manifiestan en nuestra postura, manera de andar y peso. Tomar conciencia de ellas es el primer paso para sanar.

Manifestación:

  • Espalda curvada, hombros vencidos, mirada hacia el suelo.
  • Caderas retraídas, cuerpo que busca hacerse pequeño.

Raíz:

  • Nace en la infancia, cuando la crítica, la vergüenza o la burla dejaron marcas invisibles.
  • Surge la creencia de no ser suficiente o merecer castigo.

Camino de sanación:

  • Reconectar con tu valor, amarte sin condiciones.
  • Repetir palabras que te eleven y practicar la ternura contigo mismo.
  • Permitir que la terapia te guíe a liberar la vergüenza.
  • Aprender a decir “no” y a honrar tu voz.

Herida de Abandono.

Manifestación:

  • Aumento de peso sin razón evidente.
  • Dificultad para adelgazar, aun con esfuerzo.
  • Hambre emocional, buscando llenar un vacío interno.

Raíz:

  • Surge de heridas de abandono en la infancia: ausencia, indiferencia o frialdad emocional de quienes debieron cuidar.
  • Deja una sensación profunda de desamparo.

Camino de sanación:

  • Reconocer y abrazar el miedo a la soledad.
  • Cultivar el amor propio y sanar la dependencia afectiva.
  • Practicar la gratitud y reconectar con el propio ser.
  • Buscar acompañamiento terapéutico para sanar el abandono interno.

Herida de Injusticia.

Manifestación:

  • Cuerpo rígido, de talla intermedia, sin grandes cambios.
  • Dificultad para ganar o perder peso.
  • Postura tensa, caminar marcado por el perfeccionismo.

Raíz:

  • Nace en infancias llenas de reglas estrictas y expectativas inalcanzables.
  • Se arraiga la sensación de no ser nunca suficiente.

Camino de sanación:

  • Aprender a soltar el control y abrazar la flexibilidad.
  • Sanar la autoexigencia y permitir los errores.
  • Cultivar el equilibrio entre dar y recibir.
  • Fortalecer la confianza en la vida y en los demás.

Herida de Traición.

Manifestación:

  • En hombres: espalda ancha, fuerte y musculosa.
  • En mujeres: caderas y glúteos grandes, bien formados.
  • Apariencia de fortaleza, pero con miedo al engaño.

Raíz:

  • Se desarrolla cuando hubo una figura de referencia (padre o madre) que no cumplió promesas o traicionó la confianza del niño. Genera la necesidad de ser fuerte para evitar ser lastimado.

Camino a la sanación:

  • Aprender a confiar y soltar el control.
  • Sanar el miedo a ser lastimado en las relaciones.
  • Practicar el perdón, sin justificar lo que pasó.
  • Trabajar en la seguridad personal sin necesidad de mostrarse fuerte todo el tiempo.

Herida de Rechazo.

Manifestación:

  • Deseo de desaparecer o evitar ciertos lugares.
  • Inseguridad en entornos sociales.
  • Rechazo inconsciente hacia uno mismo y hacia los demás.

Raíz:

  • Nace cuando, en la infancia, se sintió la falta de aceptación o el no ser deseado.
  • El alma aprende a escapar antes de arriesgarse a ser herida.

Camino de sanación:

  • Abrazar la autoaceptación y reconstruir la autoestima.
  • Transformar la autocrítica en palabras de amor propio.
  • Aprender a recibir amor y reconocimiento sin miedo.
  • Trabajar en terapia el temor al rechazo y fortalecer la identidad.

Estas heridas emocionales no solo dejan huellas en la mente, también se reflejan en el cuerpo.
Sanarlas no es cuestión de corregir la postura o cambiar la dieta, sino de abrazar y transformar la raíz emocional.

La sanación comienza con el autoconocimiento,
y con la decisión valiente de liberar todo lo que nos limita.

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