LO QUE NO SABÍA DE MI.

LO QUE NO SABÍA DE MI.

Aylyn Felix

05/06/2025

Hay una etapa de la vida en la que piensas que jamás vas a crecer, que el tiempo será tan lento, que el proyectarte en el futuro lo verás tan lejos. La niñez es tan complicada porque realmente no estamos siendo conscientes de que es nuestro mejor momento; cuando reímos, cuando nos caemos por jugar en patines o en bicicleta y nos quejamos en el momento porque pensamos que fue un mal día; si tan solo pudiera comparar ese mal momento de una caída de una bicicleta o un patín, con ahora en mis momentos de trabajo o de mi vida diaria… nunca me volvería a quejar y estaría disfrutando cada minuto..

No todos vivimos esa niñez. Esa niñez donde podemos reír o donde podemos jugar con cualquier cosa que nos haga divertir o ser feliz, porque nuestra moneda giro del lado opuesto, del lado de sufrir; sufrir viviendo en carencias, siendo criados por padres separados, siendo niños abandonados en casas hogares, siendo los niños que solo anhelamos un momento de felicidad. Y es que la felicidad no se trata de ser rico o ser pobre, de tener una bicicleta o no, se trata de tener una familia y sentir ese amor o ese cariño de familia, en donde puedas reír porque tu hermano(a) te jalo el cabello y tus padres los(as) regañaron por portarse mal y salir corriendo riéndose porque no los(as) alcanzaron para darles una buena cintareada.

Sin duda alguna, quisiera volver a ser niña. Los pequeños festejos de cumpleaños a lado de mi familia, compartiendo con mis pequeños vecinos que ahora se han convertido en desconocidos, las navidades a lado de personas que te invitan a pasar tiempo de oro a lado de su familia, que ahora sus vidas y las nuestras son tan opuestas. La disciplina constante de mis padres por querernos enseñar lo que esta bien y lo que esta mal, el no dejarnos salir a mojarnos bajo la lluvia para no enfermarnos y tener que mirar a nuestros amigos jugar con la lluvia desde la sala de nuestra ventana. Quién diría… que el deseo de pedir ser grande solo era porque jugaba con mis hermanas a ser empresarias, maestras y tener mucho dinero hoy lo estaría recordando.

El crecer es algo hermoso en la vida, mientras pasan los días, semanas, meses y años vez como evolucionas, es algo tan mágico, igual que una línea del tiempo, cuando menos lo esperas ya pasaron 2, 3 y 4 años ¿y como paso? También quisiera saberlo yo. Al paso del tiempo vez irse personas, vez como tu y las personas envejecen, como si la vida fuese un tren, llegas a la estación y subes personas, las bajas en el camino donde decidieron dirigirse y continuas, en la siguiente estación subes a otras personas y de la misma manera las ves bajarse en la siguiente parada. Hasta que un día te das cuenta y volteas hacía atrás y ves que ya no están las mismas personas que se subieron al principio del tren, te das cuenta que sigues ahí y que tienes que seguir. No hay duda que los años no solo vemos pasar personas, también vemos pasar momentos, así como vimos que afuera de ese tren el cielo ya no era oscuro, si no azul, que mirabas arboles llenos de vida y de pronto ya los miras caídos, que antes mirabas animales paseando libremente y cuando vuelves a dar la vuelta ya los miras acorralados.
La vida es tan sorprendente que en ese viaje de tren, no solo mire una cosa, no solo me di cuenta de una cosa, de ahí aprendí a crecer. A mirar que la vida me mostraba lo más valioso y lo más bonito de la vida y yo no lo sabía. Sin duda, la niñez es la inocencia más preciada que podemos tener en la vida.

No solo te das cuenta de las veces que te quejaste porque tus padres te regañaron o porque te peleaste con tus hermanos(as) porque no te quiso prestar el balón de futbol o no te quiso prestar la muñeca que querías. Te das cuenta que la niñez fue y será la evolución de ti.

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