Que frescas se sienten las mañanitas, ya sea que estés en invierno o verano, en otoño o primavera. Para Pilo esa era la mejor parte del día. siempre estaba jugando, saltando, corriendo o divirtiéndose con sus amigos; siempre fue un niño con muchas energías.
Cuando llegó a la adolescencia seguía siendo el mismo muchacho alegre y divertido, siempre conservaba su buen sentido del humor y aquella juventud tan fresca y radiante que caracteriza a los jóvenes de su edad. Tenía muchos amigos, todos se sentían atraídos a él, por ser un joven humilde y servicial, sin tener preferencia con nadie.
Como suele pasar , el tiempo avanza de prisa y no te da tregua y Pilo ya había pasado la flor de la juventud; esa etapa mágica de la adolescencia donde te sientes inmortal y piensas que siempre será así la vida, de pura diversión y aventuras con tus amigos. Pero pronto se dió cuenta de que, ya había dado el primer paso, ya había cruzado esa delgada Pero trascendental línea en el tiempo. Sin darse cuenta había pasado de la adolescencia a la etapa adulta.
Aún asi siempre mantenía ese dinamismo, esa jovialidad que siempre lo había caracterizado; era un joven de apariencia regia, pelo negro brillante y quebradizo, de contextura recia y midiendo 1,75 metros de alto. Respetuoso con las damas y muy servicial con los adultos. No es de extrañar que muchas lo consideraban un excelente partido.
Pero el corazón de Pilo ya le pertenecía a Mary, una hermosa y admirable dama que había sido el amor de su vida desde la primaria. Pilo, siempre fue de mentalidad madura; una educación que se la debía a su madre, quien inculcó valores morales y le enseño a valorar a las personas no por lo que poseen sino por lo que son.
Tal vez no era la mujer más hermosa ni la más bonita, Pero para Pilo lo era todo. Podía ver en ella todo lo que había buscado en una mujer: humildad, empatía, madurez, inteligencia y una sonrisa tan hermosa que cuando se reía por él y para él, lo hacía sentir como si viviera nuevamente los mejores momentos de su vida, como si volviera a su mágica infancia.
Como era de esperarse, ambos se comprometieron y no tardaron mucho en casarse como es digno de una pareja que realmente se ama y no tiene miedo a los problemas matrimoniales, ni lo difícil que es mantener una familia estable, ni el sacrificio que conlleva la crianza de los hijos. Para ellos simplemente no tenía caso ni razón estar pensando negativo en el futuro, para que estar inquietos en algo que todavía no habían vivido.
Pensemos solo en el presente decía Pilo, sí, decía su amada esposa, vivamos sabiamente, que el pasado ya no volverá y el futuro no lo conocemos. Hemos de vivir los mejores momentos juntos y los malos tiempos abrazados, que esta vida es pasajera y el tiempo tan efímero, que apenas ayer éramos unos niños de primaria que se sonrojaban al mirarse sin malicia y hoy somos dos personas adultas que tenemos uso de razón y que lo que hagamos de hoy en adelante, serán decisiones que ambos tomaremos.
Así será mi amada esposa, Pero no te preocupes ni te pongas tan melancólica, que todavía somos jóvenes y estamos llenos de vida, en cuanto a mi, me siento todavía como un chiquillo de primaria, te veo a ti y a todos mis amigos de infancia como si fuésemos esos niños que corríamos, hacíamos travesuras, nos ensuciabamos, jugábamos y hasta discutíamos por tonterías. Pero yo siempre he de verte a ti y a mis amigos así ; tan jóvenes y radiantes como siempre.
Pasó el tiempo y como cualquier pareja pasaron temporadas difíciles y momentos inolvidables. paseaban juntos, visitaban a sus amistades y familiares, solían salir a bailar y distraerse sanamente para no caer en la rutina y la monotonía; en fin, ellos hacían una bonita y envidiable pareja.
por fin Mary quedó embarazada y ambos estaban alegres y contentos por dicha noticia,
que como una pareja sabia que se comunican y se ponen de acuerdo, ya lo estaban esperando con ansias. pasaron los meses rápidamente y la vida les regaló una hermosa niña a quien llamaron Brisa, era una hermosa y saludable bebé y ambos vieron en ella la consumación máxima del amor que se profesaban.
Brisa tuvo el privilegio de nacer en el seno de una familia emocionalmente estable, aunque no poseían mucho en sentido material, no les faltaba un techo, ropa y alimentos. Ambos, tanto Mary como Pilo, eran maestros; una profesión que si bien no les remuneraba tanto, les daba lo suficiente para mantenerse y sobre todo les quedaba tiempo para dedicarselo a su hija y disfrutar momentos de calidad juntos como familia.
Cierta noche de verano en la que se ponían a observar las estrellas como era su afición, y teniendo uno de esos momentos inolvidables, de esos instantes breves, Pero que permanecen en la mente y el corazón para siempre; Brisa que ya rondaba los 10 años, les expreso algo que les confirmó que esa década que habían pasado juntos como familia y que cada momento que habían dedicado a darles su amor, su tiempo y sus energías; había válido con creces todo ese sacrificio. Brisa con una voz quebradiza y llena de todo el amor que un niño puede expresarle a sus padres, los abrazó tiernamente y con besos y caricias a sus progenitores les dijo: No sé lo que haría si un día uno de ustedes me llegara a faltar, los amo con todas mis fuerzas, tengo los mejores y más amorosos padres que un niño puede desear, prometanme que siempre estarán conmigo y que juntos viviremos por toda la eternidad.
Mary no podía contener las lágrimas por tan grande muestra de amor que le estaba expresando el ser a quien más amaba y Pilo con voz suave y el alma agitada de tanta emoción le dijo: Escucha brisa, tu eres lo más valioso que tenemos, cuando llegaste a nuestras vidas, nuestro mundo se llenó de color, felicidad y mucho amor, aunque antes de ti, tu madre y yo eramos muy felices, desde que tú llegaste, nuestra vida sin tí ya no sería igual, no te cambiaríamos ni por el mejor momento juntos que pasamos tu madre y yo.
Recuerda esto siempre Brisa; no importa el tiempo que pase, o lo que desees hacer con tu vida cuando crezcas y las desiciones que vayas a tomar; ya sea que te cases y tengas hijos, para nosotros siempre seguirás siendo nuestra pequeña niña, a la que amamos con todas nuestras fuerzas y que no dudaríamos un instante en dar hasta nuestra vida con tal de que estés bien. Recuerda Brisa, que nuestros cuerpos un día ya no estarán, Pero los bonitos recuerdos seguirán por siempre en nuestra mente y corazón, porque la vida está hecha de esos pequeños y breves momentos que vivirán por siempre dentro de nosotros.
¿ Cuántas estrellas has observado con el telescopio? Muchísimas papá ¿ Cuántos planetas? Muchos, ¿ Y cometas? Creo que hasta el momento, unos pocos papá. Te hablaré de un cometa muy especial. Fue el primer cometa que yo observé, justamente cuando tenía tu edad. Hay cometas que solo pasan cada 200 años, hay cometas que se pierden, hay cometas que pasan cada 6 o 7 años y hay cometas que en su viaje se extinguieron. Pero el cometa que yo ví, es del cometa que se tiene más registro en la historia de la humanidad, es el cometa más documentado por los antiguos astrónomos y los presentes también.
¿ Pero que es lo que tiene de especial este cometa papá ? Este cometa es tan hermoso observarlo, Pero lamentablemente solo podemos verlo con uso de memoria una o dos veces en la vida a lo máximo. Para yo poder verlo nuevamente tendría que vivir hasta los 86 años, porque este cometa dura 76 años en dar una órbita al rededor del sistema solar, eso quiere decir que podemos verlo cada 76 años ; yo tenía diez años cuando lo ví, ahora tengo 40 y tú estás empezando a vivir; Brisa, mientras que yo ya he recorrido la mitad del camino y un poco más.
Ese cometa es el Halley, llamado así por el científico que dedujo su órbita al rededor del sistema solar, es uno de los cometas más fascinante que he visto desde que tengo memoria y he quedado fascinado desde entonces con el cielo y las estrellas y todo nuestro misterioso universo. Este cometa nos enseña a una escala entendible, cuan infinito y fascinante es nuestro universo y cuan corta es nuestra vida aquí en la tierra, somos un simple soplo, la tenue luz de una vela que se apaga tan solo con una exhalación, solo hay algo tan seguro en la vida; la muerte.
La inmortalidad existe en nuestra memoria,
Eso es lo que nos hace permanecer por tanto tiempo, aún después de la muerte. Mientras alguien te recuerde, vivirás para siempre. Por eso es necesario vivir de una manera digna, siendo agradecidos con las personas y tratando como iguales a nuestro semejante, debemos dejar una huella mientras estamos de paso en esta vida y esa huella se forja con las buenas acciones y los buenos ejemplos que como seres humanos con la capacidad de razonar, amar y sentir, podemos transmitir a nuestros hijos y a las futuras generaciones.
Brisa, esbozando en su rostro total admiración por lo que decía su padre, pudo comprender a cabalidad lo que el quería transmitirle. Desde entonces puso más ahínco a la educación que sus padres le estaban dando. Y se esforzó por ser esa persona amable, humilde y bondadosa y aunque tuvo logros notables como una profesional, siempre mantenía esa personalidad forjada con la educación, los consejos y sobre todo, el ejemplo que le dieron sus padres.
El tiempo cuando eres feliz pasa demasiado de prisa y para esta familia no fue la excepción. Brisa por fin se hizo una mujer de bien; se casó con un buen hombre, humilde y trabajador, tuvieron dos bellos hijos y siempre mantuvo una buena comunicación con sus padres. En las vacaciones, los niños pasaban con sus abuelos y al igual que educaron a su hija, también lo hacían con sus nietos. El mundo no para de girar, en un constante movimiento perpetuo nos va arrancando poco a poco nuestra juventud, nuestra salud y finalmente nuestra vida. El reloj en su incesante tic tac nos recuerda lo rápida y efímera que es nuestra estadía en esta mágica aventura llamada vida.
Brisa, le decían sus padres; nos alegra y nos enorgullece ver la maravillosa mujer en la que te has convertido; tienes un buen esposo, una exitosa carrera, dos hermosos hijos y sobre todo tienes un gran corazón que te hace ser una mujer de muchísimo valor a los ojos de Dios, de las personas y la sociedad. Y para nosotros es la mayor satisfacción ver que nuestra hija, supo valorar todo el amor y sacrificio que como padres nos esforzamos porque no te faltará nada. Ahora a ti te toca hacer lo mismo con tus hijos; dicen que si has recibido con amor, dalo con amor.
Pasaban los años y como siempre, en la vida hay momentos que se quedarán en nuestra memoria, ya sea que permanezcan como un bonito episodio o un triste recuerdo. Ver a tus hijos crecer es una bendición y verlos convertirse en personas de bien y criar a sus propios hijos, es la mayor satisfacción que cualquier padre podía tener . Pilo y Mary tuvieron esa dicha de ver crecer y convertirse a Brisa en toda una mujer, teniendo su propia familia y criando a sus propios hijos.
Siguieron pasando los años y Mary, que ya rondaba las siete décadas y un poco más; finalmente enfermó. Ya en el ocaso de su vida y como es natural decir que la vida y la muerte siempre vienen agarradas de la mano ; Mary dió su última exhalación en compañía y al lado de las personas que más amaba; su esposo, su hija y sus dos nietos.
Nadie puede explicar el vacío y la impotencia que se siente cuando un ser querido deja de estar físicamente presente en este mundo; el hecho de volver a recordar todos los mejores momentos que pasaste con esa persona y saber que ya no vas a volver a verla, a oír su voz y sentir su compañía; es un sentimiento casi insoportable, eso no lo pueden explicar ni los mejores pensadores y psicólogos que hay; simplemente es algo tan inescrutable, como la mismísima muerte.
Brisa, después de la muerte de su madre, pasaba mucho más tiempo junto con sus hijos al lado de su padre, pues Pilo solía ser el más afectado por la ausencia de Mary, puesto que era su compañera de toda la vida y nunca desde que hicieron sus votos, había estado separado de ella hasta el día en que partió de este mundo. Nada consolaba más a pilo que tener la compañía de Brisa y sus nietos. Solía tener largas conversaciones con Brisa, se tomaban unas copas de vino como era costumbre y solían recordar todo el tiempo que pasaron Mary y él junto a ella y en especial aquella conversación que tuvieron cuando ella apenas tenía diez añitos y le decía; recuerdas Brisa aquella noche que observamos las estrellas y junto a tu madre te prometimos que siempre íbamos a estar a tu lado pasara lo que pasara. Tu madre ya no está aquí físicamente con nosotros, Pero vive inseparablemente en nuestros recuerdos y aquí muy dentro de tu corazón y el mío.
Recuerda Brisa cuando veas nuestro cometa, y cada vez que veas el cielo desbordante de estrellas en todo su esplendor; que allí tu madre y yo estaremos juntos a tu lado. ya pasaron varios años desde la partida de tu madre y creo que ya he vivido mucho tiempo en este mundo, Pero no creo que viva lo suficiente como para estar aquí cuando pase nuestro cometa, ya casi beso los ochenta y no sé si pueda ser hoy o mañana que nos tomemos nuestra última copa de vino viendo las estrellas . Pero cuando llegue ese momento recuerda que me tienes que dejar al lado de tu madre, para estar junto a ella y vivir al fin por toda la eternidad en ese nuevo mundo que nos espera y dentro de unos pocos años cuando por fin pase nuestro cometa, ve junto con nuestros nietos y los hijos de ellos a observar junto a nosotros la maravillosa estela de luz que deja a su paso aquel que nos muestra que nuestra vida es tan hermosa, Pero igualmente tan corta y que por ello hemos de disfrutarla y vivirla de una manera digna para dejar una huella indeleble en la mente y el corazón de las personas que más nos aman. Brisa sin poder decir una sola palabra, miró a su padre fijamente y como quien se despide de alguien que ya no volverá a ver jamás; Lo abrazó y lo beso tiernamente.
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