#1 Palabras extraviadas: Limerencia

Cosas que no se dicen pero se piensan tres veces al día

Limerencia es un estado emocional caracterizado por la intensa necesidad de reciprocidad afectiva, la idealización del otro, pensamientos recurrentes y una sensibilidad exagerada ante cualquier gesto, palabra o silencio.

No es amor, aunque a veces lo parezca. Es el deseo de ser deseado. Es habitar una expectativa.

El termino fue acuñado por la psicóloga Dorothy Tennov en su libro Love and Limerence: The Experience of Being Love (1979), a partir de entrevistas con cientos de personas que describían ese estado febril entre la obsesión suave y la ilusión encendida.

Tennov, D. (1979). Love and Limerence: The Experience of Being in Love. Scarborough House.

Todos los martes almuerzo en un restaurante frente a la oficina. Y es ahí donde nos cruzamos una vez por semana. No es una cita, pero la mayoría de las veces coincidimos. Se pide una botella de agua y yo, depende del día, también. Se sienta cerca, aunque otras veces parece que se esconde al fondo, junto al enchufe. Nos saludamos con un simple y leve gesto de cabeza. Aunque una vez me sostuvo la mirada medio segundo más de lo habitual.

Jamás hemos hablado más allá de un “buenas”, pero sé cómo se ríe cuando lee en su iPhone algo que le interesa. También sé que, si llega más tarde que yo, ojea por todo el local hasta que me encuentra. Yo, por ejemplo, me alargo más mientras recojo mis pertenencias de la mesa o mientras me abrocho la chaqueta para provocar un encuentro.

Limerencia es eso. Es cimentar una historia entera con solo migas. Es creer que ese cruce de miradas significa algo más. Que si hoy no aparece, fue por algo. Que si coincidimos dos veces en la misma semana es una señal y algo pasará.

Y no pasa.

📍Palabras extraviadas

Palabras que se pierden, pero dejan luz en el camino.