Hoy he tenido un día un poco intenso, pero de vez en cuando es necesario que la vida se te tuerza un poco para que no te duermas en los laureles. 

Quién dijo que esto iba a ser fácil, yo he pasado por casi todo, y todavía me queda camino por recorrer, una cosa tengo clara, que no hay nada definitivo, ni los buenos momentos ni los malos, nuestra vida es como un cuadro, un buen cuadro en el que hay luces y también sombras, contrastes, tenemos que saber valorar y aprovechar todo y convertirlo en algo bello como una obra de arte.

Pasarlo bien es fácil, llevadero, estamos hechos para ser felices, pero pasarlo mal también es fácil aunque ocurra con menos frecuencia, a veces te crecen los enanos todos el mismo día y no llegas a todos y te sientes un poco derrotado, sobrepasado  pero descubres que te faltaba un poco de entrenamiento y que al final sí que puedes, aunque a veces tengas que apoyarte en los demás, cosa muy saludable.

Un conocido mío tenía dos o tres frases que dichas despacio y en un buen tono, sirven para funcionar por este mundo cada vez más encrespado, inestable, de futuro incierto:

«Todo lo que sucede es para bien»

» Nada de lo que hagas por Dios y por los demás entra en saco roto»

» Siempre hay una luz al final del túnel»

Llego a la conclusión de que a veces nos podemos equivocar de camino, vamos por un lado y las cosas van por otro, nos podemos empeñar en hacer y proyectar cosas y luego la vida, la dinámica de este mundo que nos rodea, nos va llevando por otro.

Ahí va la última » la esperanza es lo último que se pierde».

Un abrazo a todas las personas de buena voluntad.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS