En pleno siglo XXI , en los años 20’s, donde las pantallas iluminan nuestros rostros, donde el medio más fácil para comunicarnos con las personas es el internet y las redes sociales, las relaciones interpersonales resultan ser efímeras no correspondidas bajo la excusa de que cuando somos jóvenes asumimos que no sabemos absolutamente nada y tenemos el derecho de hacer y deshacer como queramos, pero poco a poco la vida y sus extrañas formas de mostrarnos que todo puede cambiar nos pone nuestro lugar adecuado.
Así es como comienza la historia de Michelle, un adolescente de 17 años, bonita tal vez no de un buen cuerpo, pero sí carismática e inteligente, vive concentrada en sus estudios y lo único que sabe sobre el amor es lo que ha leído y visto en películas y k-dramas anhelaba encontrar a un chico que fuera como Peter Kavinsky pero en su pueblo que, aunque era bonito era algo despoblado y solitario
Un día justo antes de cumplir 18 años, en una reunión con amigos de su hermana Tatiana, quién era 3 generaciones más grande que ella, de una cara muy linda, delgada y de tez más clara, ahí conoce a Gerardo un chico tres años mayor que ella, algo apuesto, pero a ojos de ella “payaso” ya que tenía un humor algo pesado, lo que llamó más su atención fue un tatuaje en su brazo izquierdo.
– Hola, eres la hermana menor de Tatiana ¿cierto? – rompió el silencio Gerardo
– Sí como sabes – respondió ella
– Se parecen bastante, pero tú eres más simpática –
Michelle sintió como el corazón se le aceleró, era la primera vez que alguien le hacía un cumplido, estaba acostumbrada a escuchar que su hermana era más simpática e inteligente que ella.
La tarde continúo empezaron a beber alcohol y Michelle para impresionar a Gerardo comenzó a beber demasiado cuando ambos estaban borrachos comenzó la plática.
– Me pasas tu número – Gerardo extendió su mano y le da su teléfono a Michelle y ella se lo dio.
– ¿cuántos años tienes Gera?
– 21 ¿y tú?
– Casi 18 sonrío un poco apenada
– ¿De verdad tienes 18? no se nota para nada ¿supongo que estás estudiando la prepa?
– Sí, ¿tú dónde estudias la universidad?
– Estudio en la universidad Michoacana, estoy aquí en el pueblo de vacaciones, vine a ver a mis padres
Michel sintió como si le cayera un tren encima, aunque apenas lo conoció la idea de no volverlo a encontrar, aunque sea por casualidad le daba algo de miedo. La reunión terminó él se marchó y ella entró a su casa algo inquieta ya que no había recibido ningún mensaje ni señal de Gera.
Cuando amaneció recibió un mensaje que decía:
“Hola bonita. Buenos días, no te escribí cuando llegué a mi casa porque mi teléfono se apagó, por cierto, soy Gera”. Ella muy emocionada respondió y poco a poco chateando acordaron una cita para el lunes 14 de abril a las 6:30 de la tarde.
14 de abril llegó y ella muy emocionada le comentó a su hermana que salía con su amigo, Tatiana algo inconforme, le dijo:
– Solo no vayas a caer en su juego él es un mujeriego
– ¿Cómo sabes? – respondió Mitch en un tono triste
– Es mi compa, fuimos amigos en la prepa si no lo conociera no te lo estaría diciendo
Aunque se desanimó un poco, ella recibió a Gerardo de la mejor manera y decidió que no se no se dejaría llevar por otros comentarios y ya lo conocería desde cero.
– Vamos a comer algo ¿qué te gustaría? – le pregunto Gera
– Se me antojan unas enchiladas
– Vamos por ellas
Ya en el local de comida Michelle no duró en preguntarle sobre cuáles eran sus intenciones con ella, pero Gerardo se puso pálido y no supo responder.
– Te llevo a casa mejor
– Okay, está bien – respondió Michelle decepcionada
Esa noche no pudo dormir, aun así, ella se quedó a lado de él, aun cuando él no sabía lo que quería. Las vacaciones terminaron y Gerardo tenía que volver a su universidad, por lo que antes de irse acudió a donde se encontraba Michelle.
– ¿Vamos a seguir hablando? – pregunto Gerardo
– Claro, haremos videollamada todos los días
– Te voy a extrañar mucho
– Y yo a ti
Así terminaron por despedirse aquel domingo.
Ya a distancia, cada noche hacían videollamadas para verse la cara, aunque fuera un rato, lo extraño es que durante las mañanas y tardes, el no respondía los mensajes, algo que comenzó a ser inquietante para Michelle.
– ¿Y si tiene alguien más allá?, ¿si soy solo un pasatiempo?, ¿si mi hermana tiene razón? – pensaba Michelle, así que decidió buscar en redes sociales una respuesta.
Buscando en Facebook, en las publicaciones de su muro encontró demasiadas reacciones de chicas lo que le causó una inseguridad muy grande, ya que se notaba que eran mucho más grandes que ella. La curiosidad mató al gato y terminó por encontrar el perfil de una chica que casualmente tenía en historias destacadas a Gerardo con descripciones como: “el mejor”, “el amor de mi vida”, etc. Michelle rompió el llanto no podía creer lo que había visto – ¿cómo pude caer?, ¿por qué no me di cuenta antes?, soy una tonta – sin decir nada Michelle decidió dejar de hablar con Gera.
– ¿Todo bien?, ¿por qué no respondes e ignoras mis mensajes? Está bien te dejo de molestar – escribió Gerardo
– O sea que no tenías planeado decirme que ya tienes novia.
– Ya no hay necesidad de ocultarlo, ya lo descubriste, lo siento mucho de verdad, no quería lastimarte, perdón por todo.
Michelle decidió que sería la última vez que hablaba con él, mientras tanto Gera se la pasaba de fiesta con su misteriosa novia. Resulta que comenzaron su relación dos semanas después de que el regreso de vacaciones, pues ella fue quien se lo propuso y él aceptó porque ella era demasiado bonita y acuerpada.
– ¿Por qué no puedo dejar de pensar en Michelle? – pensó Gera
– ¿En qué piensas? – preguntó su novia
– En nada, tengo mucha tarea que hacer, con permiso – salió del bar y se fue directo a su casa.
Pensó en llamar a Michelle, cuando su amigo entró a enseñarle un “en vivo” del bar, en dicha transmisión salía su novia besándose y exhibiéndose con otro chico, enojado salió corriendo del bar, cuando encontró a su novia la sacó del bar para preguntar – ¿qué se supone que estás haciendo? –
– OSH, eres un aburrido, déjame en paz – se fue de ahí su ahora exnovia
Gerardo no podía creer que fue engañado y menospreciado aun así no le importaba pues por más que quería no dejaba de pensar en mí aquella “niña” que le había enseñado que no tenía por qué tener miedo a mostrarse tal cual era, quien lo apoyaba desde lejos. Intentó hablar con ella, pero no tuvo respuesta así que decidió ir al pueblo para buscarla de inmediato.
– Mich, Michelle – grito cuando la vio salir de la escuela, pero ella simplemente lo ignoro
– Michelle, Michelle – nuevamente la llamó
– ¿Qué quieres? – respondió ella enojada
– Sube el auto, te llevo a casa y platicamos
– No, no iré contigo a ningún lado
– Por favor hablemos
Michel decidió solo aceptar para no caminar a casa, pero no volteó ni le dirigió la palabra para nada
– Yo sé que no fui sincero, que te mentí y que te lastimé, pero me importas mucho y no te quiero perder. Dame una oportunidad para demostrarlo
– No solo acepté subir para que dejaras de hacer el ridículo
– Mich por favor, no vendría hasta aquí si no me importaras
– No me interesan tus disculpas yo ya no quiero nada, por favor detente aquí, me voy a bajar
Gerardo no tuvo otra opción más que hacerle caso y dejarla
Aunque al final Michelle se arrepintió un poco, porque en el fondo de su corazón ella quería que las cosas con Gerardo funcionaran, supo que su decisión era la correcta cuando el dolor dejó de acabar con ella. Mientras tanto Gerardo se deprimió un poco, pero aprendió la lección
A través de esta novela podemos aprender que el amor y las personas no siempre son como las imaginamos y que es importante conocer a las personas antes de dejarnos llevar por ilusiones. Las desilusiones pueden ser dolorosas, pero también son oportunidades para crecer
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