La leyenda de las 11:10

La leyenda de las 11:10

Evelyn Vázquez

22/05/2025

Las noches, de 1521 por Xochimilco cuando surgía las apariciones del alma en pena «La llorona» ,que al parecer acontecían más hechos que hacían que los habitantes se perturbaran, al punto que ni siquiera sabían que creer realmente, algunos suponían que todo lo que contaban era falso, que solo eran inventos para que los jóvenes no frecuentaran tanto las calles por las noches, Agustín un joven de 17 años muy bondadoso que cada que salía con sus amigos los acompañaba a sus casas.

En una noche como cualquiera presenció una extraña tormenta, pero el lugar era idéntico a su realidad, solo que este lucía sin vida, todo en color rojo, en ese momento se sintió congelado, como si todo se detuviera, lo que hizo que se intrigara por lo sucedido.

Agustín corrió rápidamente a su casa y sin dudarlo llamo a su amigo Pedro, para contarle lo sucedido, durante la llamada escuchó un ruido que provenía del sótano de su casa, tomo una raqueta de tenis y comenzó a bajar las escaleras, en ese instante vio a una extraña criatura con manos muy largas ,casi como si fueran tentáculos de un pulpo, todo su cuerpo se asimilaba al de una planta carnívora y la forma en que veía era aterradora, Pedro que seguía en la llamada comenzó a gritar el nombre de su amigo, Agustín reaccionó y volvió a su habitación muy asustado, tomo una radio, dos linternas y metió todo a su mochila, le dijo a Pedro que iba camino a su casa para poder averiguar juntos que era lo que vio en el sótano.

Mientras tanto Pedro encontró una noticia en el periódico de que el laboratorio hace poco había creado por error a un parásito, lo que hizo que se alarmara por el bienestar de todos en el pueblo, en cuanto llego Agustín decidieron hacer una trampa, que consistía en dejar un camino de pedazos de carne, el cual llegaba como destino al bosque, pusieron en acción su plan y se ocultaron atrás de unos árboles, en lo que esperaban encendieron la radio, el reportero decía que una niña de 8 años fue encontrada en el sótano de su casa, debido a la autopsia determinaron que había sufrido un extraño derrame cerebral y además tenía un olor muy desagradable, todo esto alrededor de las 6 de la tarde y recomendaban a todo el pueblo quedarse en casa hasta que se desinfectaran las calles.

De pronto se escuchó un ruido, como si alguien caminara cercas, Agustín pudo ver a la extraña criatura y comenzaron a correr, en ese momento Pedro cae por culpa de una rama, Agustín trata de ayudarlo, pero de pronto vuelve a sentirse paralizado, en ese instante la criatura alargó sus tentáculos y tomó del cuello a Pedro, Agustín solo pudo ver cómo su amigo gritaba de dolor.

La radio que seguía encendida, comenzó a emitir interferencia, pero entre el ruido se escuchó, una voz suave y temblorosa, como el de una niña, que decía:

—No debieron buscarme… no debieron hacerme enojar…

La criatura se detuvo, como si esa voz lo debilitara, sus tentáculos comenzaron a temblar, Agustín logró moverse un poco y tomo una linterna de su mochila para dirigirla hacia la cara de la criatura, la cual comenzó a quemarse y se dejo ver un rostro pequeño ,que se fusiono con su carne extraña, Agustín, temblando, recordó lo que dijo el reportero de la radio , “un parásito, un derrame cerebral, un olor desagradable”, quizá la niña no había muerto ,algo la había transformado.

La criatura lanzó un rugido tan profundo que hizo vibrar la tierra, para después arrastrarse hacia el interior del bosque, de pronto escucharon un estruendo, el laboratorio, que estaba cerca del bosque comenzó a incendiarse, la policía llego al lugar y empezaron a investigar, pero no encontraron nada cercas, ni un solo registro, solo algunos papales de un supuesto experimento que no se pudo realizar en el laboratorio.

Ambos jóvenes sobrevivieron, Pedro nunca volvió a hablar del tema y Agustín cada noche iba a dejar flores en la entrada del bosque, convencido de que la niña aún estaba atrapada dentro de esa criatura.

Desde entonces, en las calles de Xochimilco al dar las 11:10 de la noche, nadie puede estar fuera de sus casas, no por el llanto de La Llorona, sino porque a esa hora murió la criatura, algunas personas del pueblo dicen escuchar el crujido de ramas y el sonido de algo arrastrándose que aún busca regresar a casa o quizá vengarse.

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