Me acuerdo…

Me acuerdo…

Me acuerdo…de esos viajes a la vuelta de la esquina pero eternos, dando botes de alegría en ese asiento negro del Fiat 600 amarillo de papá, en los que disfrutaba más del camino que de llegar al destino.

Me acuerdo…de esos patines rojos, con los que tantas veces me caí para volver a levantarme, eran la excusa perfecta para disfrutar en familia de aquellas tardes en el parque y del bocata con mamá tras las jornadas intensas del cole, era el amor de las manos que lo preparaban las que conseguían que aquel bocadillo no lo haya podido olvidar.

Me acuerdo…de los cumpleaños infantiles teñidos de rosa , rodeada de Barbies y kents , que pronto se convertirían en fiestas adolescentes con sonido a Mecano, a Alaska y Dinarama, en aquella casa y con los padres hippies de mi amiga Marta, la anfitriona, cuanto me molaban. De aquella época quedaron pocos amigos en mi vida pero los mejores.

Me acuerdo… de las innumerables veces que quise decir sí pero hubo que decir no y miré para otro lado.

Me acuerdo …de la gran alegría que sentía al verme en aquellas listas de aprobados y admitidos que formaron parte del camino para llegar a mis objetivos.

Me acuerdo …de aquellos vaqueros levis blancos y las converse que tanto me acompañaron en mis primeros coqueteos.

Me acuerdo… de ese despertador que con la melodía de la radio ,me despertaba tras dos horas de sueño en época de exámenes, cuanto más me costaba estudiarlos más más valoraba superarlos.

Me acuerdo… de mi olor a farala , del primer eye liner , de la ilusión al mirarme frente al espejo, no era necesario más para sentirme feliz, hacer amigos de forma natural, con libertad.

Me acuerdo… de las veces en que la razón nubló al corazón ,ó tal vez fué el corazón quien lo hizo; complicado que el torrente del rio en el que fluye la vida, desemboque en el Mar en el que me gustaría navegar hasta el fin de mis días.

Angie Carabias