Me dañó, pero no quiso.
Me olvidó, pero no supo.
Yo grité: Por ella vivo.
Yo grité, pero era mudo.
Fue la musa inadvertida.
Fue la novia enamorada.
Pero todo era mentira.
Pero yo solo soñaba.
Y se fue sin despedirse.
Se marchó una noche fría.
No me vio llorar muy triste.
No supo que me dolía.
Nunca vio que en mis cuadernos
fue delirio y romance.
No leyó nunca mis versos
por que siempre fui un cobarde.
Y si no la vi de frente
cuando atrás cerró la puerta.
Es que nunca fui valiente.
Es que nunca fui poeta.
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