El lienzo olvidado

«Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto» -William Shakespeare.

Lo entendí todo muy tarde, quise ser responsable y maduro, y dejé de lado todo aquello que me fortalecía el espíritu. Comida nunca faltó en la mesa, todo para darme energías y volver a ese absurdo trabajo; ya 30 años. Las noches que le dedicaba a la pintura se volvieron de lamento, trabajo y café. Ya el estrés no solo daña mi hígado y rodillas, sino mis ganas de vivir, ¡pero qué vida!

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS