Anduve yo pensando…

Anduve yo pensando…

    …en que se nos ha ido uno de los grandes, no únicamente uno de los grandes pensadores del mundo, sino uno de los grandes seres humanos en el sentido más amplio de la expresión, signifique lo que signifique ser un «ser humano».

Fue, porque así nació y así murió, agricultor, campesino. Después hemos descubierto que no fue agricultor solo de sus tierras, sino un agricultor de la vida. Que intentó enseñarnos como se debía tratar la tierra, qué semillas eran buenas y cuales no servían para nada. No le importaba a quién le llegaba su mensaje, lo importante para él era no guardarlo, no callarlo. Conocía perfectamente su destino y siempre trató de educarnos para que no perdiésemos nuestra esencia como Homos.  

Ahora pienso en lo mal educados que estamos en algunos países, donde se  nos enseña a maltratar a otros territorios por tener menos recursos. Pero Uruguay nos ha dado una gran lección. Su sociedad nos ha dado una lección que espero hayamos aprendido. Un campesino, un agricultor, un hombre de tierras y manos pequeñas llegó a ser presidente de su país. Una sociedad que supo ver el valor de un ser humano que poco a poco se convirtió en un ser humano grande para el resto del planeta. 

Los que hoy lloramos su muerte nos preguntamos, ¿Es un país grande por cosas como esta, o por vender camiones con una estrella en el capó?

Que lección a la soberbia humana. 

Adiós maestro. Hasta la próxima.