Arriba el abajo.
Quién lo diría,
una joven deprimida
que solo sale a llorarle al viento
que no hace ni el intento.
Espero ayudar
pero no sé cómo empezar.
Grita como si se ahogara
pero llora como si eso la mejorara,
me duele escuchar su lamento
pero es peor su propio invento.
Su imaginación la tumbó
y su mente se derrumbó.
El tiempo pasó con dolor
sin ningún tipo de fulgor
tanto le afectó
que pronto de un techo se aventó
intentó volar hacia los cielos
pero no logró ni tocar el consuelo.
Así termina mi historia
espero la aprecies y guardes como el tesoro que es
y no solo por ser un relato que leerás una sola vez.
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