Para engañarme, debo retroceder… sin ti.
Para verte sonreír, para oír tu risa otra vez, debo estar lejos.
Aunque el perdón llegue tarde o temprano, aún así te diré:
Fue un error el quebranto, porque nadie pudo separarnos…
Hasta que nos separó el dolor.
Y eso… eso es tan falso como decir adiós.
Después de la lluvia y el sol, sólo estaré… y sin ti.
Así que te dejo libre.
Pero antes, quiero que sepas que aquí estaré,
besando nuestros recuerdos.
Mi puesto será para otro,
uno que quizá, igual que yo,
te ame con libertad para hacer tu vida.
No soy egoísta… aunque te quería sólo para mí,
porque no encontraré con quién volver a ser niño de corazón.
Tal vez tu ego y el mío hagan el trabajo del olvido.
Pero desde hoy te digo:
eras el momento preciso,
antes del primer beso,
ese instante mágico.
Eso eres para mí.
No importa si lo crees o no.
Lo que importa es que,
a pesar de todo el dolor…
sigo sintiendo amor.
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