Calma como solución

Calma como solución

Black Sheep

20/04/2025

Siento que camino en una senda y no sé por donde voy. Veo todo pero al mismo tiempo no lo reconozco. No tengo teoría previa o alguna enseñanza que me permita ubicarme en el lugar en que estoy.

Solo sé que camino con cautela. Todo esta iluminado pero que no impregna mis ojos. Es como si fuese una especie de neblina ampliamente espesa y blanquecina. No observo ninguna persona. Escasamente el suelo, es una carretera. No obstante, observo esto en la medida que piso, no antes.

¿Será que habrá algún obstáculo más adelante?¿Será que de esta especie de neblina me saldrá algo? Estoy a merced de lo que sea y es justo lo que me pone nervioso y lo que hace que mi paso sea lento y esté en constante vigilancia, como si estuviese a punto de caer de una cuerda floja pero siento estabilidad en las pisadas. En dónde no, es por los nervios, es a la hora de trasladar los pies de una posición a otra. 

Irónicamente mi sombra me apoya a ver la carretera pero es lo que cubre. El voltear detrás es lo mismo que dejar el pasado, solo se ve aquella neblina. Mi padre me hubiese dicho que estaba loco al describirle tales cosas y yo prefería que fuese esí. 

Continúo caminando y continúo caminando. No sé cuando terminará el recorrido. Solo sé que tengo el impulso de caminar. Todo comenzó apenas desperté, ya estaba haciendo este movimiento, así de la nada. Previo me acuerdo de un terreno de tierra donde había una batalla pero no recuerdo más. 

Lo que sí puede decir es que ninguna bala me dio pero si a todos los que estaban a mi alrededor. Fue  una lluvia de ellas yendo en vertical perpendicular al suelo en la parte donde estábamos. 

En cada paso doy un respiro. Solo sé que no he avistado fin y ya. Si quiera estoy velando por mis impulsos de hambres. Primero, me interesa saber si hay un fin en todo este camino. Además, no tengo comida. Apenas cargo un pantalón y una camisa y otra superpuesta encima de ella. 

Tengo la sensación a medida que camino que no tendré ningún impulso que me desvié de esto, que siempre estaré seguro. Claro, jamás había estado tan pendiente de mover un pie en toda mi vida. Mi padre me hubiese apresurado.

Ya estoy empezando a disfrutar el paso y observo que en la medida que lo hago observo que lo blanquecino disminuye y me permite ver montes alrededor de la carretera, en lo que está cerca de las líneas que definen la izquierda y la derecha desde mi perspectiva. 

Para entrar en contexto, entonces, solo debo calmarme. Luego veré que hago. La no aceptación de mi padre y su esfuerzo por mantener la costumbre sea como sea, no sirven acá a pesar de que su voz retumba en mi cabeza, cuestión que asumo como el efecto de ser inútiles en estas circunstancias.

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