Me acomodo en el ardor que produce,
Quisiera yo sin dolor,
La erótica imagen de tu cuerpo
Maniobrando sobre otros
Con trucos y ritmos
Que descubriste cuando mi piel
Te los provocó por primera vez.
Ahora de un recuerdo
eres la puesta en escena,
Sigues los pasos uno a uno
Como sacados de un guion
Que involuntariamente
Aprendiste de memoria,
Cubriendo mi rostro en cada escena
Para no involucrarte en exceso
Con el pasado.
Pero no respirarás sus poros
Como si de ellos emanara
el aliento divino
Ni beberás sediento
Las mieles que brotan
de sus hinchados labios
Y ya no verás con extrañeza
Tus manos apresurándose
Sobre los inútiles intentos
De tus gestos discretos.
Porque no hay pecado alguno
entre sábanas impolutas.
De ellas no te yergue
La perversidad de tus actos
Ni te envigoriza la valentía
De tu peligrosa trasgresión.
Ve y esfuérzate,
Párate inmaculado
Ante sus ojos inocentes,
Convéncete que disfrutas
Hacer un amor decente.
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