Soy mujer que llora, dice

Soy mujer que chifla, dice

Soy mujer que hace tronar, dice

Soy mujer espíritu, dice

Soy mujer que llora, dice

La admiro señora,

Su mirada revela que conoce el arte de contemplar el vacío y comprenderlo.

Porque el Lenguaje es medicina

Porque es medicina fuerte, dice

Saliva limpia, saliva bien hecha

Luz que vive, luz que carga, dice

Luz de brisa, luz de rocío, dice

Admiro su valentía que por amor sacrificó su cuerpo entero en función de la sanación.

Su camino estuvo desde siempre adornado de finas columnas con sombrero, guardianas del retorno a la vida, la transformación última.

El mundo la trajo y la reclamó por el portal del 22 para que, formando pareja con el cielo, pariera el mensaje de sus niños santos.

Hablamos bajo la sombra

Hablamos tierno

Hablamos fresco

Hablamos creciendo

Hablamos humildemente

Hablamos sin ser maduros

Hablamos con frío

Hablamos con claridad

Si por su cercanía a ese proceso alquímico, al salir por la puerta trasera del 22, cayó en medio de los dos lados; si sus enseñanzas quedaron atrapadas en la red del espíritu que carga los recuerdos de todas las vidas pasadas, las presentes y las venideras, que vengan a nosotras sus enseñanzas y nos aborde el recuerdo de su humilde mirar toda vez que aprisionemos los talentos que el mundo manifestó, siendo nosotras la causa.

Soy la mujer que sabe nadar en lo sagrado, dice

Porque puedo ir al cielo, dice

Porque puedo ir a nadar sobre el agua del mar, dice

Aquello es muy suave, dice

Es como la brisa, dice

Es como el rocío, dice


Que sus tiernas y laboriosas manos nos sacudan con fuerza la potencia del entrecejo y nos estremezcan con gracia la potencia del corazón.

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