Alguien como yo

Alguien como yo… 

Es ser de esas personas que no son mucho de recibir gente en su casa por ejemplo y solemos tener pocos amigos, no es porque seamos malas personas, antisociales, etc., sino porque podemos detectar la hipocresía y la falsedad, entre otras cosas. No somos personas con dones especiales para detectarlo, sino que simplemente sabemos que las personas tienen un poder de energía que puede ser buena o mala, por eso cuidamos mucho nuestro hogar, nuestras relaciones, porque cuidamos nuestra energía, y más aún nuestro templo llamado hogar, dónde solemos descansar y hacernos compañía, seleccionando muy bien quién puede entrar a la casa y a quién no.

Tenemos pocos amigos, porque siempre elegimos construir relaciones profundas y sinceras.

Preferimos la fidelidad que la superficialidad.

Nos acostumbramos a amar la soledad porque sabemos y podemos estar con nosotros mismos, por eso nuestro tiempo y espacio vale oro y no lo regalamos fácilmente.

Para poder negociar mi tiempo, debes darme una mejor compañía que el silencio.

Obviamente habrá quienes nos digan que somos antisociales o aburridos, pero en realidad solo somos sociables con nuestro círculo íntimo, es más, a lo mejor si conoces a alguien así has escuchado dos versiones de como es esa persona con los demás, pero seguro es porque una te la dijo alguien que apenas nos conoce y otra un verdadero amigo, por eso es que podés llegar a asombrarte cuando te digan que el «antipático» de tu compañero de trabajo, del gimnasio, de la escuela, etc., es el alma de la fiesta en un cumpleaños por ejemplo, cuando para vos esa persona era Shrek.

Si estás cosas te hacen ruido, o te recuerdan a alguien que quizás conozcas, te doy un consejo… 

No lo invadas, no seas insistente y dejá que fluya tu relación con esa persona, porque si sos de buena madera, tal vez tarde o temprano te dé un lugar en su vida, ya que odiamos a la gente que nos reclama cosas sin sentido o que están esperando siempre que cumplamos sus expectativas. 

Somos barriletes, nos gusta volar y sentirnos libres, cuánta más cuerda al barrilete le liberas, más puede volar y más alto llegará, haciéndote sentir también parte de ese logro.

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