
Capítulo I; Las Personas son solo conocidos, no compañeros de vida.
Hace un año me preguntaba como seria entrar a estudios superiores, al tener amistades de largos años, pensaba que la distancia y el afán de cada día no iban a ser impedimentos para seguir alimentando nuestra amistad que ya iba para cinco años de duración, a pesar de separarnos y pelearnos por largos periodos de tiempo, logramos mantener los retrasos de cada momento critico de nuestra relación; puedo decir a fecha de 12/02/2025 que esas ideas estúpidas que se me cruzaban por la mente quedaron en eso: ideas estúpidas de una bachiller a punto de graduarse.
Concluí, en el título de este capítulo el otro día que fui a la casa de la que, considero hoy en día, la última esperanza de amistad que me queda, hace mucho no la veía, y cuando me refiero hace mucho, quiere decir dos meses, llegue a la conclusión de que la persona que creía mi mejor amiga por compromiso no era tan buena amiga como lo creía, o bueno, como ella lo pinta. Querido/a lector/a, tú que pensarías de que tu mejor amigo/a se lie con la persona que querías bailar el día de tu graduación? Se lo que piensas, yo también lo sentí y lo terminé de reflexionar ese mismo día a las dos de la mañana en la terraza de mi casa con los ojos rojos; ese nudo en la garganta empieza a asfixiarte, recordando las terribles experiencias que has tenido con tus crush del pasado, pero esta bien, al menos no tendrás fama de haber estado con un adicto al vape.
Si el primer relato te pareció decadente, ahora añade el hecho de que cuando este chico me gustaba, la celestina se deleitaba hablando con el a tus espaldas, mientras contigo negaba todo. Normalmente, soy una persona que le importa un mango lo que las otras personas por envidia quieren hacerte, eso es muestra de su cobardía, envidia y poca clase que tienen ante ti; pero que venga de esas personas que considerabas que valían la pena, es un golpe en el hígado.
Tengo más relatos iguales o peores que este, pero luego entenderán porque no los cuento ahora; volviendo al punto inicial, tengo la teoría de que en realidad no tenemos compañeros de vida o amigos duraderos, no, solamente son personas que acompañan nuestro proceso debido a que comparten un factor común, pero en realidad no comparten una verdadera conexión en común. Te pongo un ejemplo, a mi me encantan las fresas, amo esta fruta solo por que son rojas, y mi color favorito es el rojo, pero nunca me van a encantar tanto como las cerezas, y no es porque es una fruta relativamente escasa, es por los recuerdos y las vivencias que tuve y viví mientras comía cerezas; entonces, puede que me oigas decir que mi fruta favorita es la fresa, pero no quiere decir que es la fruta que más emoción me causa comer, solo me gusta comer fresas por sabor y correlación con mi preferencia de color, pero no disfruto ni siento emoción como lo haría con las cerezas.
Si lo pensamos, siempre terminamos por dejar personas o viceversa; dicen que los seres humanos por naturaleza somos egoístas, otros dicen que somos sociables y sentimentales por naturaleza, yo la verdad, me importa un pajar cual de las dos sea verdadera, cada quien decide cual es su verdad ya que no existe una verdad absoluta, y si existiera, no tendríamos la carrera de licenciatura en filosofía, pero si puedo afirmar una cosa en estos 7 años de vida, y es que algunas personas simplemente somos egoístas y sociables cuando nos convienen, fácil instinto de supervivencia, sobrevive el que mejor se adapte al paso del tiempo, en cualquier situación, en este caso, al social e interpersonal. Siempre nos dejaran con el corazón roto y también los dejaremos con el corazón roto, ¿y por qué? Por priorizarnos, por nuestra paz, por nuestro criterio, pero, sobre todo, por nuestra comodidad en la sociedad y convivencia con los demás.
Vuelvo en mi misma, estoy en la terraza de mi casa, hace frio, como no, si es media noche, todo es sereno y pacifico, tanto que el agua que sale por mis ojos hace mas ruido que el viento que arrastra mi tristeza.
————————————————————————————————————————
Capitulo II: Ahogada sin Agua
Dicen que la paciencia es de sabios, no se la persona que dijo eso, pero si es verdad, denme el premio a la persona mas sabia y controlada del mundo. La impotencia, la furia, la decepción y el descontrol que sientes en momentos como una sátira sin argumentos, la critica sin saber toda la historia, y el regaño sin saber el por qué, hacen que tu cabeza maquine más rápido que nunca, que tus mejillas se vayan calentando mas que el aceite hirviendo, y que tu garganta se seque del fuego de la rabia, es difícil no explotar y decir verdades cara a cara, por que lamentablemente todavía tienes esa pequeña gota de pudor rodando por tu frente, llamada paciencia. Oh, Dios, dame paciencia para no ser hiriente, para no causar mas desenfreno en la conversación, y, sobre todo, para que mi lengua no suelte cuanto veneno pueda salpicar.
No se si te ha pasado querido/a lector/a, vives una conversación que es tan ridículamente innecesaria que te quedas en silencio, solo se escucha a tu contraposición hablando de que él tiene la razón partiendo de que esta en una posición jerárquica más alta que tú en términos familiares, alardeando de argumentos que no sirven ni para solidificar su punto; ya te cansas, en el fondo sabes que estas tranquilo porque sabes que tú tienes la razón, y en el interior tu contraparte también sabe que tienes la razón, solo esta mezclando excusas de situaciones erróneas del pasado para que tu mente, ya alterada, se confunda y recuerde esos momentos, desorientándote y por tanto, cambiando el foco de la discusión, desconcentrándote, y cayendo en la sumisión hacia tu contraparte. Definitivamente hay que mantener ese faro encendido por más neblina que haya.
Pequeños detalles, te hacen perder la credibilidad y la confianza que tienes hacia esa persona, es inevitable no sentir culpa; la culpa es como un ojo de poeta, pinta bien, pero en el fondo, te asfixia lentamente hasta matarte en el remordimiento, dejándote como última opción, agachar la cabeza y suplicar por el perdón, te ahogas sin estar bajo el agua, y solamente recuerdas que la culpa es un engaño para conseguir la razón, y así, otorgar poder; sin embargo, también hay que tener carácter y orgullo para no demostrar debilidad y sumisión; no todo es para siempre, las cosas caen por su propio peso, nada es excepción.
Ahora, recogeré mis cosas y partiré, es inútil seguir en esta fría habitación, siendo un ser sin importancia para aquellas personas; tengo frio, y de hecho me gusta el frio, pero no el sombrío, me gusta cuando hace frio y puedo tener en donde calentarme, aquí no es así. Tomare mi orgullo, me traeré una manta y escribiré.
OPINIONES Y COMENTARIOS